Gracias a un grupo de científicos se establecieron estos límites planetarios, que tienen unos umbrales que no se deberían cruzar, si pretendemos preservar el medio ambiente y con ello la capacidad de que la Tierra albergue vida en ella. Lamentablemente varios de estos umbrales ya han sido superados.
Cambio climático (SOBREPASADO)
El aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera está provocando una alarmante subida de las temperaturas globales. Pasamos del límite seguro de 350 partes por millón de CO2 en 1988, a superar con creces el doble de esta cifra de manera habitual en muchas de las grandes ciudades del mundo.
Agotamiento del ozono estratosférico
Se sabe desde 1980 que hay un agujero en la capa de ozono, que protege al planeta de los rayos solares y a causa de ello se generó el Protocolo de Montreal sobre Sustancias que Agotan la Capa de Ozono, gracias al cual la capa de ozono muestra signos de recuperación.
Nuevas entidades (SOBREPASADO)
Uno de los límites planetarios menos definidos son las nuevas entidades, que se refieren a los productos químicos, a los materiales de toda clase y a otras sustancias nocivas (como los plásticos), así como a las sustancias naturales como los metales pesados y el material radiactivo que acaban en el medio ambiente por causa de las actividades humanas.
Todos los días se vierten decenas de miles de sustancias sintéticas al medio ambiente. Pero lo preocupante es que, de muchas de ellas se desconoce cuáles serán sus efectos a mediano y largo plazo. No aprendimos nada de las pésimas experiencias que hemos tenido con cientos de sustancias más que acabaron por prohibirse, al comprobar el alcance de sus daños.
Aerosoles atmosféricos
La contaminación del aire por aerosoles es un flagelo para la salud humana, que además influye en los sistemas de circulación del aire y los océanos, que acaban por afectar al clima de todo el mundo.
Flujos biogeoquímicos (SOBREPASADO)
Hemos alterado profundamente los ciclos naturales del nitrógeno y del fósforo del planeta, al esparcir estos nutrientes esenciales en cantidades excesivas sobre las tierras agrícolas, lo que ha contaminado gravemente a los ecosistemas cercanos.
Acidificación de los océanos
Los niveles de CO2 en la atmósfera están aumentando la acidez de los océanos del mundo, lo que supone un grave riesgo para la biodiversidad marina y por tanto, para el equilibrio de la cadena trófica mundial.
Cambio de uso de la tierra (SOBREPASADO)
La conversión de bosques tropicales en tierras agrícolas y el mal uso de los suelos tienen un efecto importante en el clima, debido al impacto que las concentraciones de CO2 atmosférico tiene en la biodiversidad, a la pérdida del agua dulce, a la erosión de los sustratos, etc.
Uso de agua dulce
La agricultura, la industria, el crecimiento poblacional y el mal uso del agua está acabando con ella, mientras que el cambio climático está alterando los patrones climáticos, provocando sequías en algunas áreas e inundaciones en otras.
Integridad de la biosfera (SOBREPASADO)
La integridad funcional de los ecosistemas es un límite planetario vital, puesto que vivimos en un ecosistema interdependiente, por lo que, desde la polinización que permite nuestros cultivos hasta la limpieza del agua y del aire, todo ello se lo debemos a las plantas y animales.
Preocupa a los científicos la rápida degradación de la biodiversidad, la pérdida del equilibrio ecosistémicos y la falta de variedad genética, factores que podrían interrumpir los servicios esenciales de la biosfera.