Los microplásticos se encuentran presentes en todas partes, incluso en artículos cotidianos del hogar, por lo que pueden ser consumidos en cualquier momento sin que uno se de cuenta de ello. Estas diminutas partículas de plásticos se propagaron tanto que resulta complicado rastrear su origen y su presencia en nuestra vida diaria, ya que un estudio de 2019 reveló que los humanos consumen hasta 52,000 partículas de micropláticos al año.
Las micropartículas de plástico provienen de la descomposición de plásticos más grandes, cuyos riesgos están vinculados a problemas de salud como infartos, infertilidad y cáncer. De hecho, varias investigaciones sugieren que los microplásticos podrían afectar negativamente al recuento de espermatozoides.
El interés sobre este material creció durante el último tiempo, ya que durante los últimos meses se convirtió en una de las búsquedas más populares en Google Trends, de acuerdo con la organización medioambiental alemana CleanHub.
Este crecimiento se generó gracias al estudio de la Universidad de Nuevo México generó gran atención mundial, y muchas personas comenzaron a buscar información sobre cómo los microplásticos ingresan al organismo y qué se puede hacer para reducir su presencia. Aunque estas partículas están en todas partes, existen diversas fuentes que las introducen en los hogares, pero también alternativas para evitarlas, empezando por la cocina.
Los 5 productos a evitar para reducir la exposición a los microplásticos y sus alternativas
Los microplásticos pueden estar presentes en diferentes artículos del hogar que, incluso, pueden llegar ingerirse diariamente sin darse cuenta, como en:
1. Las bolsitas de té
Así es, muchas bolsitas de té están fabricadas con polipropileno, un tipo de plástico que, al contacto con el agua caliente, liberan microplásticos. De acuerdo con la investigación de la Universidad Dow de Ciencias de la Salud en Karachi (Pakistán) de 2023, una sola taza de té podría contener hasta 3.100 millones de nanoplásticos debido a la bolsa de té.
Estas bolsitas pueden liberar otras sustancias nocivas, como compuestos de flúor, arsénico y metales pesados.
Una manera eficaz de prevenirlos son las hojas de té sueltas, que están ganando popularidad, además de otras opciones más sostenibles para preparar té, como usar una tetera de hierro fundido, cerámica o un colador de metal. También se recomienda el uso de bolsitas de té de algodón o de lino orgánico.
2. Los vasos de papel no son tan ecológicos
Si bien estos vasos pretenden ser ecológicos, lo cierto es que contribuyen a la contaminación por microplásticos por su capa impermeabilizante que suelen contener, generalmente de polietileno.
De hecho, hasta su reciclaje es más complicado, debido a la necesidad de separar la capa plástica del papel. Además, el uso de vasos de papel para bebidas calientes puede liberar compuestos químicos peligrosos, como fluoruro, cloruro y metales pesados, según un estudio de 2021. Por esta razón, optar por un termo de acero inoxidable reutilizable no solo reduce el uso de plásticos, sino que también ayuda a disminuir la exposición a microplásticos.
3. Los cubitos de hielo
Las cubeteras de plástico también pueden contribuir a la contaminación. Si bien no hay demasiada información al respecto, algunos datos revelan que la congelación de plásticos puede liberar microplásticos, un proceso similar al que ocurre con los plásticos calentados.
Una alternativa ecológica y saludable son las cubiteras de acero inoxidable, que no solo son más atractivas, sino que además se enfrían más rápido. También se consideran una opción más sostenible las cubiteras de silicona.
4. Los recipientes de plástico para microondas
Los plásticos etiquetados como “aptos para microondas” pueden liberar cantidades significativas de microplásticos en los alimentos al calentarse.Según un estudio de la Universidad de Nebraska-Lincoln, por cada centímetro cuadrado en alimentos infantiles envasados en plástico para microondas se encuentran cerca de 4 millones de microplásticos. De hecho, agregaron que las partículas observadas incluso causaron daño celular en experimentos con células renales.
5. Las tablas de cortar de plástico
Un estudio de la Sociedad Americana de Química reveló que las tablas de cortar de plástico podrían exponer a las personas a hasta 79,4 millones de microplásticos de polipropileno al año. Esto quiere decir que el uso de estas tablas puede aumentar la cantidad de microplásticos que terminan en los alimentos.
Una buena forma de reemplazarlas son las tablas de cortar de vidrio templado, una opción económica, fácil de limpiar y generalmente libre de microplásticos. También se pueden utilizar tablas fabricadas sin plástico, hechas de fibras de papel duraderas.