No existe ningún método nuevo que permita la explotación de la mina de oro de Cotuí sin causar contaminación ambiental en la zona, afirmó este martes el Frente Nacional por la Defensa de los Recursos Naturales (FNDRN).
Los directivos de la entidad se reunieron en la tarde de este martes para evaluar el proceso de lucha que han desarrollado y coordinar nuevos planes para frenar la ejecución del contrato que otorga a la Barrick Gold la explotación de la mina de Pueblo Viejo, en Cotuí.
Domingo Abreu Collado, coordinador nacional de la Asamblea Nacional Ambiental, explicó que según el método tradicionalmente utilizado en la explotación minera, los trabajos de la Barrick Gold producirán no sólo contaminación del entorno sino que eliminarán toda la capa vegetal en muchos kilómetros a la redonda del sitio en que está la mina.
Añadió que la utilización del arsénico y el cianuro en el proceso de la lixiviación del oro implica que los niveles de contaminación que salen al aire y al suelo ponen en peligro la vida humana que hay en el entorno.
“Los niños que habitan en poblados cercanos a la mina están expuestos a la absorción del cianuro tanto por la piel como por los pies, lo cual los condena a la muerte”, expresó.
Llamó a los congresistas a repensar el contrato que aprobaron sin tomar en cuenta ninguno de los aspectos contaminantes del medio ambiente que han sido debatidos públicamente.
Entre las organizaciones populares que conforman el FNDRN están Articulación Nacional Campesina, Foro Social Alternativo, organizaciones estudiantiles y juveniles y organizaciones medioambientalitas.
Via: Lucha por tus Derechos
Después de leer sobre el brutal impacto que tiene la minería de oro, uno piensa; ¿En qué estarán pensando los dirigentes de estas minas? Y más aún cuando se escuchan los gritos desesperados de la gente afectada, directa o indirectamente, por la contaminación de: cianuro, mercurio y múltiples sustancias tóxicas empleadas para la extracción de tan preciado metal, el cual genera una incalculable contaminación radioactiva en la tierra y en los ríos que van a parar en los lagos y mares.
¿Dónde hemos dejado la conciencia y los principios? ¿Por qué valorar un metal más que la propia vida humana y animal? ¿Qué les estamos enseñando y legando a nuestros hijos y a los hijos de estos? Es inconcebible que a pesar de la falta de agua que ya existe en el mundo, sigamos empeñados en acelerar el catastrófico final que está a la mira.
Hace un tiempo, buscando un libro en un reconocido sitio de internet, me topé con «El Fotógrafo Inglés», una novela que me abrió los ojos a este tema tan controversial. Cabe mencionar que soy una verdadera amante de la naturaleza, de los animales y admito que la temática me atrajo y más por las repercusiones tanto ambientales como de abusos humanos desmedidos.
Por desgracia nadie se responsabiliza y cada día crece más la incertidumbre al respecto, generando una «bomba de tiempo» que terminará por explotar y contaminar hasta la última gota de agua que nos permita sobrevivir en los años venideros y para entonces… el arrepentimiento será demasiado tarde…