Por: Adolfo Tavárez
El que por años fue el mejor balneario y lugar de esparcimiento para los residentes del municipio, en la actualidad se encuentra convertido en un vertedero, donde son lanzados todo tipo de desperdicios.
Del río Arroyo Caño, que durante varias épocas fue una fuente inagotable, con ricos charcos de frescas y cristalinas aguas, sólo queda un bello recuerdo.
Hoy, la agresión y la depredación amenazan con desaparecer la importante fuente acuífera de Tenares, municipio de la provincia Hermanas Mirabal.
En los años 60, Arroyo Caño fue considerado por el sacerdote Hipólito Fernández como uno de los más caudalosos ríos del país. Cuando llovía, aun fuese por poco tiempo, su cabecera de Loma Azul bajaba con una inmensa creciente que arrastraba todo lo que encontraba a su paso.
Ante la realidad en que se encuentra hoy día, organizaciones culturales, religiosas, sociales y juntas de vecinos apelan a la sensibilidad de las autoridades de Medio Ambiente y del cabildo de Tenares para que prohíban el lanzamiento de desperdicios en el afluente.
Aseguran que recientemente visitaron al ministro de Medio Ambiente, Jaime David Fernández Mirabal, a quien expusieron la situación, pero, según dicen, hasta el momento no han recibido una respuesta satisfactoria.
Asimismo, llaman la atención de las autoridades de Salud Pública ante el peligro que corren decenas de jóvenes, cuyos días transcurren dentro de las aguas contaminadas por materia fecal de retretes que descargan en este afluente, además de animales muertos lanzados al mismo.
Las entidades mostraron preocupación por la aparición de algún brote de enfermedades, como el cólera y la leptospirosis. Frente a la situación de vulnerabilidad en que se encuentran los moradores de la zona, Yuly Batista pide a Dios por la salud de sus hijos.
“Pedimos al Todopoderoso que nuestros niños no se enfermen. El grado de contaminación que existe es muy alto y tenemos miedo”, dice la mujer.
Recientemente, sectores de Tenares marcharon por varios barrios para pedir que las autoridades castiguen de manera ejemplar a quienes sean sorprendidos lanzando desperdicios en el río.
En ese sentido, sugieren imponer sanciones consistentes en trabajos que contribuyan a la limpieza de la fuente acuífera.
A pesar del nivel de contaminación, los manifestantes mantienen la esperanza de que el arroyo vuelva a ser el mismo. “Llevamos mucho tiempo pidiéndole a las autoridades que vengan en nuestro auxilio.
La situación es alarmante, ya que esa agua la usamos en los hogares para bañarnos y cocer nuestros alimentos”, afirma Santa Quezada Camacho.
Residentes en el municipio se quejan, además, de no contar con un lugar de esparcimiento y aseguran que deben trasladarse a ríos de Gaspar Hernández, Nagua, Río San Juan y Samaná.
Mientras su única fuente acuífera agoniza, las autoridades municipales, concientes del problema, se acusan mutuamente del descuido en que se encuentra el río.
Acusaciones. Los comunitarios aseguran que han hecho reiteradas visitas al alcalde Ermes Rodríguez para advertirle de la situación y solicitarle que disponga el saneamiento del río.
Sin embargo, afirman que el funcionario municipal pierde el tiempo en acusaciones, mientras la población cada día se expone más a las enfermedades.
Denuncias
Santa Quezada
Comunitaria
Llevamos mucho tiempo pidiéndole a las autoridades que vengan en nuestro auxilio, porque la contaminación del río puede desatar un brote de enfermedades y provocar, incluso, la muerte. La situación es alarmante, ya que esa agua la usamos en los hogares para bañarnos y cocer nuestros alimentos”.
Yuly Batista
Munícipe
En este río tiran de todo, además de basura, también lanzan perros y gatos muertos. Las madres que vivimos a orillas del río le pedimos al Todopoderoso que nuestros niños no se enfermen. El grado de contaminación que existe es muy alto, tenemos miedo”.
José F. García
Comerciante
Los residentes de la ribera de arroyo Caño, estamos cansados de reclamarle a las autoridades trabajar en la limpieza del río debido a que sus aguas despiden un olor insoportable, pero nadie viene a socorrernos, a pesar de las reiteradas ocasiones en que hemos informado de la situación”.
Via: El Caribe