SANTO DOMINGO. El agua, recurso más preciado en el mundo, está en peligro. El cambio climático y la contaminación son las causas de la disminución de la cantidad del líquido disponible para las actividades humanas.
La aseveración es del ambientalista Luis Carvajal, coordinador de la Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), a propósito de celebrarse hoy el Día Mundial del Agua, instituido en 1,992 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Lo primero que amenaza el cambio climático en países como el nuestro es la disponibilidad y la calidad del agua. Pero el problema más grave en la República Dominicana sigue siendo la deforestación en las altas cuencas”, expresó.
El también miembro de la Academia de Ciencias de la República Dominicana precisó que, aunque el Estado ha accionado en pro de la preservación del agua, las medidas han sido insuficientes.
Ante este panorama, el catedrático entiende que el país necesita establecer una política integral en cuatro direcciones: reordenamiento del territorio tomando en cuenta el recurso agua; aumento de la capacidad de captación del líquido a través de la recuperación de las cuencas altas; manejo y consumo responsable del agua para evitar las pérdidas y, por último, el saneamiento del líquido.
La Mesa de Coordinación del Recurso Agua está bajo la dirección del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD).
El organismo, creado por decreto el 23 de septiembre de 2016, tiene la finalidad de “incrementar la cobertura y elevar la calidad de los servicios de agua potable, de saneamiento y para riego; adecuación del ordenamiento jurídico e institucional, a fin de modernizarlo y centrar la autoridad sobre el recurso hídrico; crear una estrategia de saneamiento ambiental y la preservación y manejo integrado de las cuencas”.
De acuerdo al director ejecutivo de la Mesa, José Alarcón Mella, esta instancia maneja todo lo que tiene que ver con la gestión del agua a nivel nacional, para asegurar el abastecimiento de los seres humanos y para las actividades agrícolas, industriales y turísticas.
El funcionario resaltó que el compromiso es velar porque las acciones de las entidades relacionadas al recurso agua sean sostenibles con el medioambiente, para asegurar a la población la calidad del líquido.
“Lo que se trata de buscar es aumentar la capacidad de almacenaje de agua en la cuenca; mejoramiento de la infraestructura… incrementar la capacidad de almacenamiento en las cuencas altas para generar un estado de mayor disponibilidad frente a la demanda creciente”, sostuvo Alarcón Mella.
El director ejecutivo de la Mesa dijo que, como consecuencia del mal uso de la tierra, la deforestación y el crecimiento de la superficie urbana, el patrón de escorrentía ha sufrido cambios, y el agua permanece menor tiempo en las cuencas.
Alarcón Mella refirió además que, con desperdicios, no hay agua limpia, por lo que reconoció la importancia de aprobar una ley de residuos sólidos en el país.
El Día Mundial del Agua encuentra a República Dominicana con una “condición especial”, pues en época de sequía el país cuenta con suficiente agua almacenada.
Las presas de Sabaneta, Sabana Yegua, Tavera, Bao, Lope Angostura, Monción, Hatillo, Rincón, Jigüey, Aguacate y el contraembalse Las Barias están en excelentes condiciones operativas, a decir del director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), Olgo Fernández.
“Están en condiciones excelentes debido a que, con las lluvias que nos suministraron los meses de noviembre y diciembre, pudimos almacenar suficiente agua para consumo humano, para la cosecha y para la generación de energía limpia”, explicó.
Por la referida estabilidad del líquido, el funcionario afirmó que el país no sufre actualmente de presión hídrica.
A pesar de la favorable situación, el director del Indrhi exhortó a la ciudadanía a no desperdiciar el agua y a las instituciones pertinentes, a corregir las fugas.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) mundialmente, más del 80% del desperdicio de agua generada vuelve a los ecosistemas sin ser tratada ni reciclada.
La agencia internacional reseña en su portal web que “1,800 millones de personas usan una fuente de agua contaminada por aguas fecales, poniéndolos en riesgo de contraer el cólera, la disentería, el tifus o la polio. El agua no potable, y unas pobres infraestructuras sanitarias, así como la falta de higiene, causa alrededor de 842,000 muertes al año”.
La ONU destaca que las oportunidades de explotar el agua desperdiciada como un recurso son enormes. “El agua tratada de una forma segura es una fuente sostenible y asequible de agua y energía, así como para obtener nutrientes y otros materiales recuperables”, insiste.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) recuerda en su portal web que uno de los objetivos de desarrollo es garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento a nivel mundial.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se enfoca este año en el desperdicio del agua y en cómo reducir y reutilizar hasta un 80% del líquido que se malgasta en los hogares, ciudades, industrias y agricultura, y que regresa a la naturaleza contaminando el medioambiente. La agencia internacional entiende que se necesita aumentar la recolección y tratamiento del agua desperdiciada y reciclarla de una forma segura. “Al mismo tiempo, necesitamos reducir la cantidad de agua que contaminamos y malgastamos para ayudar a proteger el medioambiente y los recursos hídricos”, destaca la ONU.
Por Nikaury Arias
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