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P. Profesor, la Academia de Ciencias anuncia su complacencia por el 30 aniversario del Parque Nacional Jaragua en la edición especial de su revista Verdor, sin embargo, se critica su oposición al desarrollo turístico de Bahía de Las Águilas, entonces, ¿cuáles son los méritos?
R. Muchos son los méritos de una defensa académica, científica y sobre todo con sentido de responsabilidad, realizada durante los 30 años de existencia de esta parcela natural, que en estos momentos hace de la República Dominicana uno de los pocos territorios del planeta con una playa virgen de clase mundial.
Si hoy Bahía de las Águilas es una perla codiciada por el turismo internacional, si la UNESCO encontró méritos suficientes para que el Parque Nacional Jaragua sea un área núcleo de la primera Reserva de Biosfera de La Hispaniola y si todavía los dominicanos tenemos libre acceso a la mejor playa de las Antillas, es por esta misión de divulgación técnica y científica de los valores que atesora uno de los espacios naturales vírgenes más apartados del país.
Los ojos de la ciencia tienen la virtud de mirar la realidad de manera incondicionada, buscando el conocimiento de manera persistente y cuidadosa, para que sus hallazgos o resultados siempre estén libres de contaminación y lo más aproximado posible a la verdad.
El Parque Nacional Jaragua es el principal activo natural que tiene nuestro país para generar riquezas y bienestar en una de las regiones que mayor atención demanda para salir de la pobreza, aprovechando las potencialidades que la naturaleza pone a su servicio.
Estamos obligados a caminar de la mano con la ciencia para aprovechar plenamente los atributos inigualables de Bahía de las Águilas y para la Academia de Ciencias es de gran satisfacción que el ordenamiento turístico que se ha establecido para Pedernales y la región Suroeste, haya tomado en cuenta su propuesta de desarrollo integral, privilegiando la participación de los moradores y las autoridades locales.
Los conocimientos siempre deben estar al servicio del Ser humano y de la sociedad donde se originan. La mejor ciencia es aquella que procura la calidad de vida y el crecimiento espiritual de la especie humana. Bahía de las Águilas es un patrimonio nacional que debe ser aprovechado plenamente por las presentes y futuras generaciones, sin comprometer su belleza ni su integridad. La ciencia no se opone, propone, que es distinto.
Por ELEUTERIO MARTÍNEZ
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