Acción Verde | El Portal Ambiental de la República Dominicana Todo lo relativo al Medio Ambiente y Recursos Naturales con énfasis Cambio Climático y Areas Protegidas
P. Profesor, el país enfrenta su segundo año de severas sequías y los daños más serios los han sufrido la agricultura y la pecuaria; ante esta triste realidad ¿qué se puede hacer?
R. La sequía prácticamente ininterrumpida que sufre el país desde el primer trimestre del año pasado y aunque no ha sido pareja, porque en algunas regiones las lluvias han menguado su severidad, puede que no sea la más grave que ha azotado a la República dominicana en el presente siglo, pero, sin dudas, es la más prolongada.
La situación es realmente grave y desde el Presidente de la República hasta los funcionarios de segundo y tercer nivel, parecen estar conscientes de lo que está pasando en la Línea Noroeste, por tercera vez en los últimos 15 meses.
Los ministros de Agricultura, Medio Ambiente y Administrativo de la Presidencia, pasando por el director del Instituto Agrario Dominicano y particularmente el director ejecutivo del Indrhi, han sido gráficos al describir los impactos de la ausencia de las lluvias en las provincias Peravia, San Juan, Monte Cristi, Valverde, Dajabón, Baoruco e Independencia.
La sequía fue el detonante y el factor de mayor incidencia de los incendios forestales que diezmaron amplias zonas boscosas de la cordillera Central, actualmente el río Yaque del Sur solo muestra un lecho de rocas y un hilito de aguas que señala la ruta de su cauce y no menos grave es la de su homólogo al pasar por Villa Vásquez, Martín García y Laguna Verde, donde cualquier persona lo puede cruzar dando saltos sin mojarse los pies, precisamente donde su curso fue navegable en el pasado.
A siete meses del 2015, todavía las presas agro e hidroeléctricas del país, no se han llenado ni ofrecido garantías para la producción de alimentos en el Valle de San Juan, la Plena de Azua, el Cibao Occidental, ni en el Valle de Neiba y la situación no pinta que vaya a mejorar en lo inmediato, porque ya pasó la primavera totalmente seca y el verano va por el mismo camino.
Si bien es cierto que los cambios del clima constituyen las causas primarias de estos fenómenos de sequías y desertificación, no por ello debemos permanecer pasivos.
Es imperativo comenzar a delinear un Plan Estratégico, que al menos garantice agua potable y la producción de alimentos en las áreas más productivas del territorio nacional.
