Consulta
Profesor, ¿Es cierto que el Parque Ecológico de Las Lagunas – Villa González- es el más hermoso de la República Dominicana?
Respuesta
Antes de responder, permítame discriminar o establecer distancias entre valor y hermosura. La hermosura es la apreciación personal o la aprehensión de la belleza de algo que tenemos o se abre ante nuestros ojos; pero la belleza trasciende toda concepción individual, pues ella es perfección y la perfección solo puede exhibirla la naturaleza.
Ahora bien, el valor es otra cosa, pues no puede apartarse de la cosa. Podría decirse que el valor es la belleza en sí, pero está más allá de la belleza. La belleza es un desprendimiento del valor de la cosa. Para ser más preciso, el valor es inseparable de la cosa, es su esencia, lo intrínseco, mientras la belleza es perfección, es el universo de la cosa.
La perfección es a la naturaleza, lo que el valor es a la cosa. Todo lo natural es perfecto, toda cosa posee un valor en sí. Pero en este caso, ¿qué es la cosa?
La cosa es el Parque Ecológico Las Lagunas, que se encuentra al oriente del perímetro urbano de Villa González; una hermosísima arboleda totalmente natural, donde el ser humano no ha puesto nada, salvo el acondicionamiento para el uso público y, precisamente es lo que ha hecho el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales con la creación de un Centro de Visitantes, compuesto por casetas y una amplia plazoleta que se adentra al bosque con senderos cuidadosamente diseñados.
Allí la belleza se ha enseñoreado del lugar y el valor es inconmensurable, pues se trata de árboles centenarios, remanentes originales del bosque original del Valle del Cibao centro occidental, residencias exclusivas de aves nativas y endémicas, donde sólo se permite el paso de culebras y lagartos, por tratarse de espacios comunes o compartidos por todo elemento de la naturaleza, donde nadie molesta a nadie.
Entonces, Francisco Domínguez Brito no comete pecado alguno ni se equivoca al expresar su sentir sobre el Parque Ecológico Las Lagunas: “…es el parque más hermoso de la República Dominicana”; pero si a alguien habrá que darle las gracias por este tesoro de la naturaleza, es al Prof. José Izquierdo, por darle el mejor destino, y a Franklin Toribio por cuidárnoslo.
Pienso que afirmarlo sin hacer ninguna consideración o señalamiento podría resultar un poco aventurero.
Eleuterio Martinez