Consultorio Ecológico: Importancia del río San Juan y por qué es preciso conservarlo

Consulta

Profesor, ¿cuán importante es el río San Juan?, ¿por qué es preciso conservarlo?

Respuesta

El río San Juan, con 121 kilómetros de largo antes de entregar sus aguas a su cuenca madre o río Yaque del Sur (5,125 kilómetros cuadrados) es la única fuente de agua que desciende de la cordillera Central para irrigar el Valle de San Juan.

Este es un caso excepcional porque todos los demás valles importantes de la República Dominicana, siempre tienen, dos, tres y hasta 14 fuentes primarias de agua para su irrigación, como ocurre con el Valle del Cibao Occidental, pero esta inmensa llanura, la tercera región arrocera del país y principal área de producción de habichuelas, tubérculos y musáceas del territorio nacional, solo dispone del río San Juan para el desarrollo de la agricultura intensiva que históricamente se practica sobre sus dominios.

Es cierto que la cuenca Yaque del Sur tiene otros ríos importantes que la alimentan: Mijo, Alto Yaque (Blanco – Macutico), Grande o del Medio (Yaquecillo y Compartición), Guayabal, Las Cuevas y Viajama e incluso, de la Sierra de Neiba viene el río Los Bahos; pero todos, absolutamente todos, hacen confluencia a partir de Sabana Alta, Villarpando – Los Bancos; más allá de la gran llanura del Valle de San Juan.

De ahí que la cuenca del río San Juan resulta indispensable para el desarrollo de este valle y la región Suroeste, con los mejores suelos para la producción agrícola y pecuaria (Clase II), según la clasificación de la OEA (antigua Unión Panamericana), en su cartografía nacional sobre la capacidad productiva de la Tierra de 1966.

Ahora que las autoridades del Ministerio de Energía y Minas han dado su visto bueno a la Mina de Oro de la Concesión El Romero, 100 metros más alta que la presa de Sabaneta, embalse estratégico para administrar inteligente y eficientemente las aguas que se escurren de la porción centro – occidental de la cordillera Central, todos los dominicanos y en particular, los habitantes de estas llanuras, tenemos suficientes razones para sentirnos desconcertados y alarmados ante el peligro que se cierne sobre la calidad y la existencia de este recurso indispensable para el desarrollo nacional.

Estamos seguros que este despropósito no pasará de una infausta nota de prensa y que ni el Poder Ejecutivo, que actualmente hace ingentes esfuerzos por restaurar y conservar esta cuenca, ni ninguna otra instancia inferior, permitirá este crimen contra nuestro porvenir.

Eleuterio Martínez
HOY