P. Profesor, “ha llegado la hora del Sur”, son las palabras del Presidente de la República para anunciar su nueva impronta en su agenda de infraestructuras para construir la plataforma del desarrollo que él ha concebido para el país, ¿cree usted que se respetará la fragilidad ecológica o se tendrá el debido cuidado al intervenir civilmente esa “tacita de oro”, llamada Bahía de Las Águilas?
R. “A buena hora” y somos los primeros en celebrar esta decisión que por tanto tiempo hemos esperado, pues desde el 15 de agosto 1983 hemos trabajado incansablemente, junto a muchos dominicanos de buena voluntad, para que sea el Estado dominicano quien oriente, gestione y administre, los ejes del desarrollo de esta inmensa riqueza de la nación, que representa Bahía de las Águilas, el último rincón de geografía patria que aún conserva su virginidad.
No tenemos derecho a dudar de las palabras del Presidente y las tomamos con la claridad con que se han planteado. Se trata de la “puesta en marcha de un nuevo polo de desarrollo turístico, ecológico y sostenible”, al referirse a Bahía de las Águilas, todo el “Sur Profundo”, incluyendo desde luego, el circuito ecoturístico del Lago Enriquillo y, según sus propias expresiones, el “Proyecto Turístico de Los Corbanitos” en la Provincia Peravia, en cuyos estudios ambientales colaboramos con el Banco de Reservas.
Cuando las cosas se hacen como “Dios manda”, no hay dudas de que el éxito está garantizado y el Primer Mandatario de la nación no anduvo por las ramas al definir la ruta a seguir en esta “obra magistral” que habrá de reorientar la forma de hacer turismo en el país y probablemente en la Región del Caribe, pues todo se hará conforme al Plan de Ordenamiento Territorial Turístico de Pedernales y la zona de Bahía de las Águilas, elaborado por el Ministerio de Turismo.
La Academia de Ciencias de la República Dominicana y la Universidad Autónoma de Santo Domingo, a través de sus instancias ambientales, realizaron una propuesta concreta al Estado dominicano sobre la forma en que se puede intervenir en Bahía de las Águilas para promover su desarrollo y llevar el bienestar a toda esa zona del país, sin comprometer la integridad ecosistémica del Parque Nacional Jaragua y, ambas academias han saludado este Plan de Ordenamiento del Ministerio de Turismo, porque recoge en esencia sus planteamientos.
Por Eleuterio Martínez
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