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Consultorio Ecológico: Explotación de Oro El Romero

Consulta

Profesor, Minería acaba de otorgar la “Concesión de Explotación de Oro El Romero”, aguas arriba de la Presa de Sabaneta ¿qué pasará con las aguas del Valle de San Juan, durante y después del desarrollo de tal proyecto?

Respuesta

No sé a ciencia cierta qué pasaría con la explotación de una mina de oro aguas arriba de la Presa de Sabaneta, cuyas aguas garantizan la producción agroalimentaria del Valle de San Juan y del Valle de Neiba; pero de una cosa sí estoy seguro, no será nada bueno, por una razón muy sencilla, “el oro de la vida es el agua” y nada vale tanto como la vida.

La Concesión Minera El Romero, es la lógica de Juan Comodoro, quien en medio del desierto, buscando agua encontró petróleo, pero felizmente murió de sed.
La situación planteada no se resuelve con planteamientos filosóficos ni análisis fríos de gabinete, la realidad de campo jamás se aprecia desde un escritorio bajo la atmósfera agradable de un aire acondicionado.

Hablamos de la Cuenca Alta, la Cabecera del Río San Juan, la aorta que recoge las inervaciones hídricas más importantes de la vertiente Sur de la cordillera Central, la Madre de las Aguas, quien garantiza absolutamente, no hay otra fuente alterna, la producción y la productividad del segundo granero agrícola de República Dominicana.

Esta mina estaría 100 metros encima de la Presa de Sabaneta, ubicada a 730 metros sobre el nivel del mar, es decir a media falda de la cordillera Central, que por gravedad, además de los valles de San Juan y Neiba, puede enviar agua hasta todo el Valle del Macacías y llegar hasta Puerto Príncipe, si fuese preciso.

No importa el tipo de minería ni el método de explotación, cuando se trata de agua para el consumo, un derecho fundamental de todo ser humano y la producción de alimentos. Jamás será decisión inteligente cambiar la vida por el oro. La verdadera riqueza es la salud y la calidad de vida. Hay verdades absolutas: “la huella ecológica de la minería, es imborrable”.

Con hambre y sed, de nada valen cinco centavos en el bolsillo. Como país estamos próximos al punto crítico de tomar la gran decisión: “el agua o el oro”, pues en este caso, ambos son mutuamente excluyentes y en justicia, no hay punto intermedio. No es justo, ni nadie jamás me autorizará a tomar decisiones por otros, mucho menos mis hijos ni mis nietos.

Eleuterio Martinez
HOY