P. Profesor, al conocer los grandes aportes científicos que hiciera a la humanidad Erik Leonard Ekman desde la región del Caribe, donde dejó su impronta en diferentes campos de las ciencias (botánica, geografía, ornitología, zoología…), le preguntamos, ¿dónde están las huellas de este insigne ser humano a su paso por la República Dominicana?
R. En la cúspide de los cielos de Quisqueya y el techo del Caribe, el Pico Duarte, pues en 1930, fue el primer científico en establecer la altura de esta montaña en 3,175 metros de altitud, la cual marca un hito en la columna vertebral de la Española y en particular, de la República Dominicana.
A pesar de los 85 años de este dato científico ofrecido por Ekman (hoy en día los conocimientos científicos se renuevan en períodos máximos de tres años), todavía sigue vigente en los textos académicos empleados en el país.
Ekman fue quien le dijo a la humanidad que la magnolia más hermosa del mundo, el ébano verde, es una especie endémica de República Dominicana y que los únicos puntos del planeta donde se le encuentra, son las lomas de Jarabacoa (La Sal, La Golondrina, La Calentura – sistema orográfico de Casabito) y Constanza – Valle Nuevo (en las lomas de La Siberia, Pinar Parejo, La Neblina y las laderas cordilleranas que dan hacia Rancho Arriba – San José de Ocoa).
Más importante aún, Ekman es el explorador botánico que más especies nuevas para la ciencia ha logrado colectar en la naturaleza Quisqueyana, donde identificó unas 1,000 especies de plantas, después de haber realizado igual hazaña en Cuba, una tarea ciclópea jamás superada por botánico o taxónomo alguno.
Pero lo más sorprendente es que en tan solo tres años (1928 – 1931), Ekman recorrió a pie, palmo a palmo todo el territorio nacional e hizo las más grandes colecciones botánicas de referencia que todavía hoy están en el Museo de Historia Natural de Suecia.
La ética, la humildad y la responsabilidad que mostró al mundo este egregio hombre de ciencia, se sobredimensionan al conocer que todas estas proezas las realizó con tan solo el equivalente a tres dólares mensuales que recibía del Gobierno de Suecia, para sostener sus actividades científicas, cubrir su alimentación, vestido, medicina y cualquier otra necesidad personal.
Ekman fue solemnemente reconocido por la Academia de Ciencias como “Miembro Correspondiente” en condición póstuma, al cumplirse 131 años de su nacimiento.
Por ELEUTERIO MARTÍNEZ
eluterioporlavida[@]gmail.com
Vía: http://hoy.com.do/