P. Profesor, el 22 de abril es el “Día de la Tierra”, ¿Cuál es la situación del planeta 45 años después de su declaración?
R. El Día de la Tierra 2015 encuentra el planeta al borde de una “Crisis de Agua” sin precedentes.
La ONU ha encendido la alarma al término de “Los Objetivos del Milenio” (2001 – 2015), al dar a conocer los resultados de un estudio realizado por 31 de sus organismos, el cual revela que en los próximos 15 años la humanidad se verá abocada a una escases insospechada de agua, debido al crecimiento descontrolado de la población mundial, el uso creciente de agua subterránea en la agricultura, la industria y el consumo personal.
Este estudio, coordinado por la UNESCO, advierte que para el 2030, el planeta tendrá un déficit de agua del 40 %, si no se cambia el rumbo actual de consumo y pide que una mejor gestión de este recurso forme parte de los objetivos del planeta de la ONU. Los Objetivos de Desarrollo Sostenibles para el período de 2016-2030, que deben sustituir a los Objetivos del Milenio (2001-2015) tienen que ser más ambiciosos en la protección de los recursos hídricos.
Actualmente el plan de las Naciones Unidas solo pone especial atención en el acceso al agua y el saneamiento. El informe de esta Agencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) pide que se incluyan también la gobernanza de los recursos hídricos, la calidad del agua, la gestión de las aguas residuales y la prevención de catástrofes naturales ocasionadas por el agua.
Para la República Dominicana este “Día de la Tierra 2015” debe convocar al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillado, Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo y a todas las agencias municipales encargadas del manejo de los acueductos a nivel nacional, para reflexionar profundamente sobre la situación de este recurso.
Salvo la Cuenca Yuna y el Valle de La Vega Real, todo el país luce bajo una sombra de agua, con conatos de sequía para los cuales no se tiene respuesta.
La provincia Peravia, a pesar de disponer de los recursos extraordinarios que el Ejecutivo ha puesto en sus manos, sigue pidiendo agua y qué decir de la Línea Noroeste y los valles de San Juan y Neiba.