P.- Profesor, ¿qué opinión le merecen las conclusiones del Diálogo Interministerial sobre Cambio Climático que se acaba de realizar en el país, donde los expertos afirman que: “El modelo turístico de República Dominicana es altamente insostenible” debido a la falta de diversificación, entre otros factores y por último señalan el establecimiento de una cultura de explotación y mal manejo de los recursos naturales?
R.- Realmente, este evento tuvo mucha altura y los debates se desarrollaron dentro del marco de la profesionalidad y la objetividad en el análisis de los temas abordados. Uno de ellos fue la práctica del turismo en la República Dominicana, por su importancia y el peso que tiene en la economía del país. Pero en sus observaciones a las prácticas turísticas en el país, los expertos no solo se limitaron a enunciar el concepto de la sostenibilidad, aspecto central en todo evento de trascendencia en que participa cualquier agencia de las Naciones Unidas, que en esta oportunidad lo fue el PNUD, sino a señalar los males que precisamente le dan la categoría de “insostenible”.
Un aspecto abordado y que está siendo objeto de trabajo por parte de los asambleístas que preparan la nueva versión de la Constitución Dominicana, es el de “la violación a las leyes de prohibición de construcciones en los primeros 60 metros del borde marino, así como los impedimentos de libre acceso a las playas”. Esta es una verdad inocultable y encarna uno de los males que más temprano que tarde, habrá que corregir.
Aquello de la falta de diversificación, también es una gran verdad, aunque las cosas están cambiando tímidamente, pues la oferta turística tradicional de sol y playas, principalmente la que se promociona en Europa y otras latitudes del planeta, ya incluyen la visitación a las áreas protegidas, el turismo de aventura y más moderado aun, el turismo cultural, un elemento central que debemos promover en el mundo, por originalidad, la diversidad y calidad de los recursos que poseemos.
Pero los expertos no solo se limitaron a señalar los males, sino que también aportaron soluciones, indicando que una forma de hacer frente a estos males, podría comenzar con la elaboración de un plan de ordenamiento territorial y turístico, donde se destaque el manejo y adecuación de los ecosistemas costeros impactados por el cambio climático y el inicio de una campaña de educación nacional ante una “clara” falta de conciencia ciudadana en materia ambiental.
Por: Eleuterio Martínez
Hoy Digital