P.- Nos preocupa la forma en que las brigadas de las empresas eléctricas realizan sus labores de poda en la ciudad. En la primera semana de este mes apreciamos cómo grupos de cortadores en camiones, sierras y machetes en manos, mutilaron decenas de caobas a lo largo de la José Contreras, entre Tiradentes y la Máximo Gómez, ¿No existe un protocolo para la poda urbana?
R.- Tan pronto recibimos su inquietud, nos trasladamos a la avenida José Contreras, al norte de la UASD y constatamos que la poda o más bien, la mutilación de las caobas que usted nos señala, es una práctica que técnica y lógicamente resulta inaceptable, por la forma en que se realiza, pero que muchas veces es casi imposible detener, porque se trata de árboles que desarrollan amplias coronas y adquieren gran tamaño, pero plantados debajo del tendido eléctrico.
Según las informaciones que obtuvimos del Servicio Nacional de Protección Ambiental de la Secretaria de Estado de Medio Ambiente, las podas fueron autorizadas por el Ayuntamiento del Distrito Nacional y la justificación esgrimida, es que al encontrarnos en plena temporada ciclónica, es un imperativo prevenir todo riesgo previsible. Aunque no se anuncia, todos los años, al iniciarse la temporada ciclónica, el COE a través de las instituciones competentes, muy especialmente de la Defensa Civil y los Ayuntamientos, hacen monitoreos de los puntos más vulnerables de la ciudad y proceden a la poda y eliminación de árboles que pudieran ser derribados por los vientos o que representan un peligro público.
Sin embargo, a mí también me preocupa la forma que se realizan estos trabajos, muchas veces sin la menor orientación técnica y solamente mutilando las ramas de los árboles, que al desarrollar nuevamente su follaje, el problema sigue igualito. Además, apoyados en la emergencia, resulta muy ligero eliminar árboles que muchas veces resultan emblemáticos de la zona de Gascue y la Zona Universitaria, donde históricamente siempre ha existido una hermosa arboleda dominada por esta especie.
Lo cierto es que compartimos la inquietud que usted nos expresa y como las temporadas ciclónicas no se pueden eliminar, máxime con el agravamiento de los cambios climáticos, tenemos que comenzar por un ordenamiento técnico de las podas urbanas.