P. Profesor, ¿cree usted que sea factible elaborar un proyecto de pesca, vía los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente, para la comercialización y subsistencia de las familias afectadas por la crecida del Lago Enriquillo, similar al que se da en la Laguna de Cabral?
R. Como afirma un dicho popular, “no hay mal que por bien no venga”. El impacto inesperado y hasta desconcertante del desbordamiento de las aguas del Lago Enriquillo, inhabilitando extensas planicies lacustres que normalmente se habían utilizado en la producción de alimentos y la ganadería; fuente de vida y la dinámica económica de las comunidades y pueblos existentes en la región del mismo, está generando ambientes propicios para la reproducción masiva de especies que como usted nos señala, bien podrían ser comercializadas y generar niveles de ingresos considerables para estos moradores.
No sé si los ministerios de Agricultura y de Medio Ambiente puedan interesarse, pero a todas luces sería factible cualquier proyecto concebido o dirigido al aprovechamiento de las especies de peces y crustáceos que en estos momentos están colmando el lago con altísimas poblaciones. La Sirica, una especie de cangrejo o “jaiba jarina”, que hasta hace poco no se le veía en las aguas de este lago, hoy tiene poblaciones tan grandes que asombran a los moradores. La reproducción de las tilapias y otros peces de agua dulce es algo inusitado y cualquier persona que pase por cualquiera de los poblados que existen en torno al lago, puede comprobar los múltiples puestos de venta de peces en sartas y a precios casi regalados. Esta realidad que no se puede cambiar, porque no hay tecnología ni proyectos de ingeniería que puedan hacerle frente a los cambios del clima o a las fuerzas de la naturaleza, hay que aprovecharlas si aparece una vía positiva.
Estamos conminados a ser creativos e ingeniosos. Entre tantas ONG y proyectos oficiales que existen en esta región, orientados a brindar asistencia a las comunidades o a promover el desarrollo del Suroeste, debe aparecer un mecanismo o un proyecto específico como el que usted propone para que esta sobreproducción de jaibas, biajacas y tilapias, puedan ser aprovechadas, primero como fuente de proteínas de primerísima calidad y segundo, como fuente de ingresos, pues dependiendo de la demanda que logre tener el producto de la industrialización de estas especies, es posible generar una sinergia económica muy positiva en medio de la catástrofe.
Vía: Hoy Digital