Consultorio Ecológico con Eleuterio Martínez

P. Profesor, después de dos semanas derramando petróleo y sin fecha segura para que se detenga la fuga de la plataforma Deepwater Horizon que explotó, se incendió y luego se le hundió a la British Petroleum en el Golfo de México ¿Cuáles serían los impactos esperados sobre la biodiversidad y en particular, si puede indicarnos cómo podríamos ser afectados?

R. Los daños causados por derrames de petróleo, nunca pueden cuantificarse ni evaluarse con precisión, en ninguna parte de los mares u océanos donde ocurren, debido al carácter difuso que le dan las corrientes marinas. Todavía no se sabe a ciencia cierta qué pasó o los verdaderos impactos causados por el accidente del Exxon Valdez, en las costas árticas de Alaska, a finales del siglo pasado, uno de los casos más graves de derrame sufridos por el planeta.

Pero el caso del Golfo de México, al tratarse de un mar cerrado o confinado por Cuba y los accidentes geográficos continentales de las penínsulas de Yucatán y La Florida, tiene una connotación especial. Este espacio marino mantiene un contacto permanente con el Mar Caribe y entre ambos, constituyen uno de los puntos megadiversos del planeta, que más ha despertado interés por la investigación científica.

Indudablemente, los daños mayores lo sufrirán las costas meridionales de Estados Unidos, orientales de México y septentrionales de Cuba, debido a la dirección de las corrientes marinas y al remolino que las mismas crean al formarse el semicírculo del golfo. De hecho, ya las autoridades norteamericanas las califican como una verdadera tragedia, por la diversidad de ambientes costeros y de humedales que ya están siendo impactados directamente.

Aunque de detenerse la fuga de 4,000,000 litros diarios y recoger parte de la mancha que ya es más grande que (Borinquen), la isla de Puerto Rico, puede que los impactos directos para la República Dominicana y el resto del archipiélago antillano, no sean tan significativos; sin embargo, no hay dudas de que parte de las poblaciones compartidas de delfines, ballenas, tiburones, tortugas marinas y manatíes, serán sensiblemente afectadas. Hay que reconocer que la biodiversidad no tiene fronteras y no importa en cual punto del planeta se vea afectada, sus impactos se prolongan y expanden mucho mas allá de los espacios discretos en que ocurren, máxime cuando se trata del mar y este caso, de un rincón escondido del Océano Atlántico, uno de los grandes pulmones de la Tierra.

Por: Eleuterio Martínez
Hoy Digital