P.- Martínez, ¿cuáles son los acuerdos internacionales firmados por la República Dominicana que prohíben totalmente a la cacería?, nosotros cazamos en Suramérica, Norteamérica (incluyendo Estados Unidos y México), España, Inglaterra y Escocia e incluso, somos miembros de la Asociación Escocesa de Caza y Pesca.
R.- Excúsenme pero suponía que conocían a CITES – 1972, CDB -1992 y RAMSAR – 1971, todos destinados a proteger la vida. Hace exactamente un año me correspondió representar al país en la 10ma. Conferencia de las Partes (Korea del Sur), donde asumimos el compromiso – país de realizar un Inventario Nacional de Humedales, Llenar la ficha de los Humedales del Ozama y el Bajo Yuna con el propósito de someterlo a la consideración de la Secretaria General para su inclusión en la lista de “Humedales de Importancia Internacional”.
Ramsar nace justamente por la preocupación mundial generada por la cacería indiscriminada de especies de aves que circulan por el planeta y aunque originalmente se ocupaba de aquellas naciones continentales con inmensos humedales y grandes poblaciones de aves, hoy también focalizan las islas, por tratarse de territorios discretos, sumamente frágiles o estar ubicados en puntos estratégicos de la Tierra. La República Dominicana, no solo es un Estado Insular (archipielágico por demás), sino que está ubicada justamente entre las dos grandes masas continentales de América (Norte y Sur), la ruta más expedita de decenas y cientos de especies migratorias, como los patos, las palomas y las perdices, entre otras, que son las aves que ustedes cazan con mayor intensidad.
En nuestro país tenemos un caso digno de leyendas. La paloma coronita, endémica de las Antillas (llega a los cayos de la Florida y a Trinidad y Tobago, pero no penetra a territorios continentales), tenía su principal sitio de reproducción en Guaraguao, Punta de los Nidos, Gran Chorra, Las Calderas y Saona; pero los cazadores (dominicanos y extranjeros), la atacaron por Tierra, por aire (en helicópteros) y por mar (en lanchas) y la han hecho prácticamente desaparecer.
Perseguir, hostigar, capturar y matar a especies de la vida silvestre por deporte, son actos reñidos con el respeto a la vida. Inglaterra prohibió por ley totalmente la caza del zorro, lo mismo que varias naciones europeas y el pacifico con la foca.
Por: Eleuterio Martínez
Hoy Digital