P.- Profesor, si el Protocolo de Kyoto (2008 – 2012) apenas tiene un año que entró en vigencia, ¿cuáles son sus fallas o lagunas para que en este mismo año (Diciembre 2009), sea necesario cambiarlo?
R.- Es cierto que para diciembre de este año está pautada una nueva cumbre para atender los cambios globales del Clima, donde la Organización de las Naciones Unidas solicita que el “Protocolo de Kyoto”, consensuado por la comunidad internacional en 1997, como el instrumento práctico para poner en marcha la “Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático”, firmada en la Cumbre para la Tierra (Rio de Janeiro, 1992), sea reelaborado para que se sintonice y recoja fielmente la realidad actual de los cambios globales que en estos momentos está experimentando el clima del planeta.
Pero los acuerdos de la Cumbre de Copenhague (Dinamarca) sobre el Clima de la Tierra, no se adoptarán porque Kyoto tenga fallas o lagunas, su contenido fue muy previsor, de hecho, fue considerado muy duro, hasta el punto que Estados Unidos no lo firmó al considerarlo una camisa de fuerza demasiado grande para la sociedad norteamericana, que tendría que cambiar muchos aspectos en su estilo de vida, para poder cumplir con los acuerdos y compromisos allí establecidos.
Las razones para un nuevo “protocolo”, que sea realmente vinculante para su estricta observación o cumplimiento para todo el mundo, reside en que los cálculos o previsiones de Kyoto sobre los impactos que podrían tener los cambios globales del clima sobre el desarrollo y sobre la vida en términos generales, ya resultan obsoletos, ante la gravedad de los daños nunca vistos e inimaginados, que están ocurriendo en todas las latitudes del planeta.
En estos momentos existe una alarma mundial por los cambios climáticos, hasta el punto de competir con la situación de crisis de la economía global, pues el Secretario General de las Naciones Unidas no pudo ocultar su nerviosismo previo a la Cumbre de Copenhague, por lo que decidió invitar a un encuentro previo en la sede de Naciones Unidas (New York), a todos los presidentes, gobiernos o jefes de Estado, que son los principales actores de la geopolítica internacional, para ir consensuando los acuerdos y compromisos que se deberán firmar en Diciembre próximo.
No hay dudas, la humanidad sabe que tiene que actuar ahora para cambiar el norte de su destino, porque de lo contrario, puede que mañana sea demasiado tarde.