Consulta
P. Profesor, llevamos cinco días de lluvia y Meteorología anuncia que continuarán por varias horas más, con cientos de damnificados, comunidades aisladas y pérdida de vidas humanas, amén de que desde octubre del año pasado no se ha presentado la esperada sequía invernal ¿qué hacer para amortiguar estos impactos climáticos?
Respuesta
R. La naturaleza es autónoma, impredecible e incontrolable y su comportamiento solo obedece a sus propias leyes y, aunque la ciencia y la tecnología disponibles hasta el presente permiten interpretar con cierta precisión algunos fenómenos meteorológicos en curso, no se conoce mecanismo alguno que pueda variar o cambiar el curso de los procesos climáticos cuando se presentan.
Si somos observadores, podríamos darnos cuenta que el Atlántico Norte ya se presentó un ciclón que se movió muy por encima de las Antillas, próximo a Las Bermudas y si apenas estamos en abril, a mitad de primavera, las lluvias que preceden y suceden en verano, ya se han adelantado considerablemente, en adición de que en el invierno que acaba de pasar, no se presentó la sequía estacional que va desde noviembre hasta febrero.
Todo se está acelerando y el cambio de los patrones normales del clima cada vez se hace más evidente. Todavía media cierto tiempo para que la temporada ciclónica oficial comience, sin embargo, la secuela de las lluvias en ciernes no deja dudas de que lo del cambio climático, es más serio de lo que podríamos pensar.
Son 27 las provincias declaradas en alerta en sus categorías de verde, amarilla y roja, entrando en esta última todo el Bajo Yuna, desde Cotuí hasta la Bahía de Samaná, incluyendo a San Francisco de Macorís y a Nagua, quienes están pasando por las inclemencias que Puerto Plata, Santiago, Moca, Monte Cristy y Dajabón vivieron en noviembre pasado.
Todo nos revela que tanto el Estado dominicano como cada ciudadano deben prepararse para las eventualidades del clima, pues nadie puede predecirlas. Crear mecanismos de prevención, adaptación y convivencia con los fenómenos climáticos, debe ser un eje de atención especial, que se maneje en la escuela, en las universidades y en la educación informal.
Todas las organizaciones comunitarias, organismos oficiales y no gubernamentales, organizaciones religiosas y partidos políticos, medios de comunicación, gremios profesionales especialmente la ADP, las cooperativas y entidades que agrupan a productores agrícolas y pecuarios; deben tomar el tema de los cambios globales del clima, como puntos de agenda prioritarios.
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