P. Profesor, destruyen los farallones orientales con la anuencia del Ayuntamiento de Santo Domingo Este ¿Qué ha pasado, pues corresponde a la municipalidad garantizar la integridad y la conservación de los bienes comunes e insustituibles de la ciudad?
R. La interrogante no es qué ha pasado, sino ¿qué está pasando con los farallones?, pues además de las responsabilidades inherentes a la función edilicia de la salvaguarda del patrimonio municipal, existen varias disposiciones legales emanadas directamente del Poder Ejecutivo y del Congreso Nacional para preservar los farallones orientales.
Héctor Gómez, presidente de la Junta de Vecinos de Franconia y distinguido munícipe con más de 20 años de lucha por el cuido y defensa de las áreas verdes de esta ciudad, acaba de mostrarnos una agresión insólita, desproporcionada y un atentado contra el bien público y las riquezas naturales del municipio Santo Domingo Este.
Se nos hace cuesta arriba y casi impensable que sean las autoridades municipales quienes promuevan la destrucción de los farallones y la plataforma marina levantada sobre el litoral oriental del principal y más importante asentamiento humano de la República Dominicana. Y es increíble porque desde los años 90 del siglo pasado, trabajamos en la conservación de los paisajes privilegiados y valores culturales de los farallones orientales con las autoridades de Planeamiento Urbano de esta municipalidad, la Dirección General de Bienes Nacionales y el antiguo Consejo Nacional de Asuntos Urbanos, hoy transformado y desnaturalizado en su misión, al ser relegado a la Dirección General de Ordenamiento Territorial del Ministerio de Economía.
Los farallones constituyen la mayor riqueza paisajística, histórica y cultural de Santo Domingo Este y nadie tiene la autoridad para destruirla, desmeritarla o arruinarla como ocurre en estos momentos cuando estamos en plena campaña electoral para elegir las nuevas autoridades que deben ocuparse de esta misión sagrada e insoslayable del ejercicio edilicio.
Es lamentable que en todas las contiendas electorales, sea la naturaleza la única perdedora y que sean las mismas autoridades quienes se hagan cómplices y actores de su destrucción. Con la autoridad que nos da haber trabajado 24 años en la conservación de estos bienes y valores de la capital dominicana y la provincia Santo Domingo, más los decretos 281-92 de Balaguer y 1214-04 de Leonel Fernández, pedimos a la alcaldesa – Santo Domingo Este, detener esta agresión contra los farallones orientales.