La lluvia se mide en unidades pequeñas, como milímetros (o en EE. UU en pulgadas) debido a que en muy pocas ocasiones pasa que llueve mucho como para utilizar unidades más grades, con un instrumento llamado pluviómetro.
El primer pluviómetro se inventó en Corea en 1441 durante el reinado del rey Sejong el Grande, aunque otras fuentes atribuyen el invento a Jang Yeong Sil, un científico que trabajaba para el rey. El primer pluviómetro automático apareció en Inglaterra en 1662 y fue obra de Christopher Wron, quien utilizó un diseño de barril inclinado.
El instrumento que se utiliza para medir la cantidad de precipitación de la lluvia en un lugar y momento determinado es un cilindro grande con la forma de un embudo y un tubo más estrecho al final para tomar las medidas.
La precipitación se mide en milímetros (mm) o, nuevamente, en litros por metro cuadrado (l/m2). Por ejemplo, si la precipitación es de 15 mm, queremos decir que, si se recoge toda el agua de lluvia en una parcela acotada de 1 metro cuadrado sin escurrimiento ni evaporación, la altura de la capa de agua será de 15 mm.
Tipos de pluviómetros
Los pluviómetros estándar son los más comunes, estos suelen utilizarse en aeropuertos y estaciones meteorológicas oficiales, es un cilindro de 50 cm de alto con un embudo de 20 cm de diámetro. La exageración de la altura del agua en el tubo permite a los meteorólogos realizar mediciones más precisas de la precipitación.
Un pluviómetro manual es un simple indicador de lluvia. Consiste en un recipiente cilíndrico, normalmente de plástico, con escala gradual. La altura del agua que llena el recipiente equivale a la cantidad de precipitación, medida en milímetros.
Los pluviómetros con tubo de descarga utilizan dispositivos de medición electrónicos en lugar de cintas de papel para registrar la lluvia y el tiempo. La mayor parte del agua del pluviómetro sale por el fondo, es decir, no es necesario vaciarlo manualmente. El dispositivo puede determinar las precipitaciones sin que nadie esté mirando la estación meteorológica, además de conocer la cantidad de precipitaciones durante el periodo, también es útil conocer la intensidad. De este tipo de pluviómetro automático, el más común es el pluviómetro oscilante.
Pluviómetro de báscula. Consiste en un recipiente colocado sobre una báscula que se ajusta al recipiente y calcula el peso del agua de lluvia recogida.
Mientras que, el sensor de lluvia no debe confundirse con un pluviómetro.
Esto resultaría muy útil si en el jardín de sus hogares tienen activado el programador de riego. Este se trata de un instrumento formado por un pequeño cuenco que, una vez se encuentra lleno, envía una señal a un programador para que entonces este proceda a cortar el riego que ya se encontraba programado.
Los detectores de lluvia hacen que el riego sea más eficiente y equitativo, ahorrando agua cuando llueve. Si usted está interesado en tener un pluviómetro en su casa debe saber instalarlo correctamente. Nunca debe de estar debajo de un árbol o donde pueda obstruir la lluvia que le pueda caer.