Los dirigentes chinos deben ser más sensibles a las preocupaciones de la población respecto a la contaminación, sostuvo el lunes el Diario del Pueblo, dos días después de violentas protestas en el este de China.
Decenas de miles de residentes de Qidong, cerca de Shanghai, protestaron el sábado, a veces de manera violenta, obligando a las autoridades a cerrar una tubería que transportaba aguas residuales desde una papelería japonesa hasta la ciudad costera.
«La población está tomando rápidamente conciencia de los temas de medio ambiente y de sus derechos», estimó el órgano del Partido comunista chino en un editorial.
China debería esforzarse a «desarrollar un mecanismo de toma de decisiones abierto y transparente, y crear un entorno de tolerancia para la opinión pública», añadió el diario.
El anuncio del cierre de la tubería fue anunciado por las autoridades locales el sábado después de que enfurecidos manifestantes volcaran autos y saquearan la sede del gobierno local.
Los desechos transportados por la tubería habrían alcanzado 150.000 toneladas de aguas residuales por día cuando la papelería estuviese funcionando a plena capacidad, según los habitantes, citados por la prensa.
Las protestas contra proyectos contaminantes están tomando fuerza en China y los manifestantes, cuando de trata de grande movimientos, tienen cada vez más éxito en este país donde el medio ambiente es sacrificado frente al crecimiento desenfrenado.
A principios de julio en Shifang, en la provincia de Sichuan (suroeste), manifestantes se enfrentaron durante varios días a la policía y finalmente obtuvieron la promesa del abandono definitivo de un proyecto metalúrgico altamente contaminante.
El año pasado, la presión pública obligó a la ciudad portuaria septentrional de Dalian a desplazar un complejo petroquímico.
El creciente descontento de los chinos contra la acelerada degradación de su medio ambiente debe ser la ocasión para Pekín para desarrollar industrias menos contaminantes, añadió el Diario del Pueblo.
Varios proyectos que provocan manifestaciones fueron aprobados por las autoridades locales sin suficiente concertación de los residentes, agregó el diario que insiste en la necesidad de «promover el diálogo entre los ciudadanos y el gobierno» antes de lanzar proyectos industriales.