China ha vuelto a hacer una demostración de poder en el ámbito energético. El gigante asiático, por medio de su Administración Nacional de Energía, ha comunicado que se instalaron cerca de 72 GW de nueva capacidad eólica en 2020, más del doble que en el anterior record registrado. China tiene un compromiso de neutralidad climática para el año 2060, aunque parte de una situación difícil, ya que el carbón es la energía más utilizada y es el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo.
Del mismo modo, China añadió cerca de 48 GW de energía solar y 13 GW de potencia hidroeléctrica. Para hacernos una idea de lo que supone, el anterior récord, según datos de BloombergNEF, se produjo en 2017, año en el que se instaló un total de 83 GW compuestos de todas las tecnologías renovables.
La cifra de nueva potencia en instalaciones eólicas y solares fue especialmente alta, dado que hubo una entrada masiva de nueva potencia en las últimas semanas del año. No en vano, a finales de noviembre, los datos de nueva potencia eran de 24,6 GW para la eólica y 25,9 GW para la energía solar.
Esto ha llevado a los analistas a cuestionar la veracidad de los datos aportados por el gobierno chino, aunque encuentran una explicación: la fecha límite para algunos subsidios eólicos y solares fue el 31 de diciembre y, al haber bastante retraso debido a la pandemia, se pueden haber añadido instalaciones que todavía no están completadas al total de potencia instalada en funcionamiento.
Libro blanco de energía en China
El gobierno chino presentó el pasado mes de diciembre el libro blanco «Energía en la Nueva Era de China», en el que pone de manifiesto que el país es un líder global que opera una red eléctrica segura y estable y muy capaz de responder a emergencias energéticas.
Por otra parte, otra de las conclusiones del documento es que el consumo de energía por unidad del PIB de China se reduce en un 24,4% desde 2012 y la porción del carbón sobre el consumo energético total cae 10,8 puntos porcentuales desde dicho año, aunque este material sigue siendo la principal fuente de energía del país con un 57,7% en 2019.