En el Cibao central y la zona norte de la República Dominicana existen múltiples destinos para el disfrute de ambientes naturales, dotados de encantadores paisajes; sin embargo, si se trata de visitar hermosas cascadas o caídas de agua, Bonao es el lugar ideal. Para muestra, Ángeles de Then.
Una de esas bellezas impresionantes, con 22 metros de altura, ubicada en Loma de Blanco columna protectora del cauce del río Tireíto. Su recorrido comprende una ruta considerada como súper extrema o nivel 5, significa que debe hacerse acompañada por guías expertos, tener un espíritu aventurero y probada resistencia física y mental.
Esta cascada es considerada una de las caídas de agua más perfectas del país, goza de los tres elementos fundamentales: salto, cascada y charco. descubierta por el maestro universitario José Then hace menos de una década, por lo que aún es desconocida por muchos, la misma situación ha permitido que mantenga un escenario o vegetación virgen y aislado de los depredadores naturales.
En principio fue bautizada como Los Ángeles, pero en el registro oficial de ríos y cascadas de Monseñor Nouel se denominó Los Ángeles de Then en honor al equipo y líder que llegó ahí por primera vez e hicieron tomas fotográficas.
Recorrido
Saltar unos 10 metros desde el puente sobre la presa Tireíto, hasta caer en sus aguas casi heladas, es el primer paso para iniciar el recorrido hacia la cascada Ángeles de Then. Es obligatorio usar chalecos salvavidas y casco protector durante todo el trayecto. Luego de nadar unos 400 metros en las calmadas aguas represadas, y prácticamente cobijadas de árboles de distintas especies, la caminata ascendente inicia.
Entre piedras de todos los tamaños, charcos y laderas se realiza un recorrido en la denominada Ruta de los Querubines, tardando los excursionistas unas 5 horas entre subir, disfrutar de los charcos y bajar de regreso.
Con un bolso resistente al agua podrás llevar algunas pertenencias, entre ellas snacks como aporte de energía y un celular para poder hacer fotos en algunos lugares; en otros será imposible debido a la dificultad de la ruta.
En la confluencia de los ríos Tireíto y Toro Flaco está la cascada Divina Confluencia, cuyo nombre evoca a la imaginación de la majestuosidad de la primera de varias cascadas que ofrece el camino.
Luego tendrás que atravesar los denominados charcos 1 y 2 antes de llegar al charco la Tinaja, que da la impresión de estar sumergidos en medio de un gran recipiente de agua fría y potable, capaz de saciar la más grande sed y deseos de estar a solas en medio de la naturaleza pura.
Al igual que el nombre de la ruta, existe una cascada llamada Los Querubines, quizás por su escenario particular, donde no hay dudas, las manos del Creador pusieron mayor empeño en crear tal conformación natural, aquí grandes rocas bordean ambos lados del cauce y solo dejan espacio para las enormes chorreras de aguas cristalinas, a las que solo se puede acceder a través de gruesas sogas y la imprescindible ayuda de los guías.
Como una recompensa del universo, luego de Los Querubines, con un poco más de esfuerzo habrá alcanzado la soñada cascada Los Ángeles, donde los cálidos rayos de sol atraviesan las grandes formaciones rocosas y acarician las frías aguas en un charco de gran profundidad y tamaño para permitir el disfrute de un espacio dotado de increíble majestuosidad y mágico esplendor.
La experiencia en medio de ese gran “recipiente” de rocas oscuras, renueva las energías y el valor para emprender un regreso por el mismo lugar, que terminará cuando hayas cruzado de nuevo la presa Tireíto.
Un grupo de jóvenes guías, miembros de Ecoturismo Lynx, amantes del turismo de montaña, recomiendan, además, utilizar guantes, zapatos de buen agarre y ropa deportiva mangas largas y el deseo de tener un gran encuentro con la naturaleza.
Miembros del grupo Trilleros RD y Cocuyo recomiendan a personas aptas, capaces cuidar el medio ambiente, a vivir esa inolvidable aventura que les hará sentir como ángeles y querubines.