Un total de 525 toneladas de residuos de petróleo han sido recogidas de 201 playas desde que aparecieron, a comienzos de septiembre pasado, las primeras manchas en las costas del nordeste de Brasil, según el último informe divulgado este domingo por fuentes oficiales.
Aunque suene como alarmante “el cálculo es muy relativo” para el almirante Leonardo Puntel, comandante de Operaciones Navales de la Armada, “porque es un material recogido junto con arena”.
Las primeras manchas de crudo comenzaron a aparecer el 2 de septiembre en el litoral nordestino, un hecho “inédito” en la historia de Brasil, según el comandante.
“Hoy lo que tenemos registrado es que en Pernambuco hay manchas de petróleo en la región de Suape, en el cabo de Santo Agostinho, y en la playa de Cupe”, dijo en rueda de prensa el comandante, quien coordina los asuntos relacionados con el desastre ambiental.
De acuerdo con el oficial, este domingo aparecieron manchas en la playa de Atalaia en el municipio de Aracajú, en el estado de Sergipe, que ya están siendo retiradas y por lo tanto en los demás estados del nordeste “no hay registro” del crudo. Sin embargo, aclaró que toda la costa del nordeste continúa siendo supervisada.
En el litoral de Pernambuco más de 500 personas, entre funcionarios regionales, voluntarios y técnicos, retiraron el sábado 30 toneladas de residuos de petróleo en siete playas de cuatro municipios. Con la limpieza del sábado, se han eliminado más de 50 toneladas de petróleo de la costa de Pernambuco en los últimos siete días, de acuerdo con las autoridades.
Las manchas de petróleo llegaron el viernes a la paradisíaca Praia dos Carneiros, en el municipio de Tamandaré, uno de los principales atractivos turísticos del estado de Pernambuco y circundaron Porto Galhinas, otro de los destinos más visitados de Brasil.
Las investigaciones sobre la aparición del petróleo continúan y de acuerdo con el almirante Puntel se tiene la certeza de que el crudo “no es de Brasil. Nuestro petróleo es ligero y la densidad de este material es mayor”. Según el comandante, el derrame se originó “en el Océano Atlántico, a entre 500 y 600 kilómetros de nuestra costa”.
El más reciente balance del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) señala que los residuos de petróleo ya alcanzaron 201 localidades de 74 municipios de todos los nueve estados del nordeste brasileño. Según el Ibama, se han registrado manchas de petróleo en 67 animales, de lo cuales han muerto 14.