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Botánico, más que atracción

jardin

Una pareja de novios posa para la lente de una cámara fotográfica en el Jardín Japonés; un grupo de estudiantes de básica transitan 200 hectáreas en tren, y jóvenes conversan arrellanados en el Pabellón de Helechos, mientras caminantes recorren unos cuantos metros para mantener en buen estado de salud su cuerpo. Aire puro se aspira. Un ambiente natural que te deja ensimismado. Se trata del Jardín Botánico Nacional Doctor Rafael María Moscoso, que enrostra a cada visitante su hermosa, colorida y variada vegetación.

Con el ánimo de promover la educación y la cultura de las Ciencias Botánicas, y la preservación de la flora nacional, el Botánico, donde cada rincón es placentero, quedó instituido mediante la Ley 456, del año 1976.

Lo que fue un espacio militar durante la década del 70, desde hace poco más de 30 años le compete realizar estudios a las plantas en el país, además de la restauración de las áreas verdes que hayan sufrido deterioro en el territorio nacional, confirmándolo como un lugar que supera la recreación.

«El Jardín Botánico era una institución militar, esto era (el área de) material bélico, y en el año mil novecientos setenta y dos (gestión gubernamental de Joaquín Balaguer) se comienza la construcción… en mil novecientos setenta y seis se abre al público formalmente, y desde esa época el Jardín ha brindado sus servicios ambientales y científicos al país y al mundo», cuenta su director, Ricardo García, biólogo egresado de la UASD, y especialista en taxonomía y ecología de plantas.

Un «tesoro» vegetal

El bosque, que comprende alrededor de dos millones de metros cuadrados, cuenta con diversos pabellones, entre ellos, el de orquídeas, bromelias y cetáceas, donde convergen parte del «tesoro» vegetal de la Isla de Santo Domingo.

García define el Jardín Botánico como un «área protegida urbana donde se conserva una representación importante de la flora y la fauna de la Isla Española, que a la vez es un importante pulmón de la ciudad, por la calidad del aire que hay en este espacio verde, acompañada de un centro de gran actividad científica». Una de las áreas más extensas del Botánico es la de exhibición de palmeras, de 8,000 metros.

Gran variedad de especies endémicas, nativas y exóticas crecen aquí, además de la presencia del guanito (símbolo del Jardín). Una diversidad de aves también es apreciable.

Visitas

El horario de visitas al Botánico es de 9:00 am a 5:00 pm, todos los días. La asistencia al bosque es masiva, de acuerdo a García. En promedio, 250,000 personas visitan el Jardín cada año. En 2012, esta cifra superó las 300,000. «Hay años en que se incrementa, dependiendo de las actividades», dice García.

Esta extensión «verde» es protagonista de encuentros estudiantiles, familiares y religiosos; bodas, cumpleaños y lanzamientos de productos comerciales. «Porque el Jardín tiene espacios habilitados para estas actividades», subraya.

Aspecto científico

La «parte científica» del Botánico es el herbario nacional. Acá, narra García, se encuentra una colección científica de alrededor de 132,000 muestras de plantas secas identificadas, y con sus propiedades. Este espacio es una lumbrera para aquel que desee conocer minuciosamente la flora nacional.

«Es el aspecto científico más valioso que tiene el país como colección de referencia», afirma. Asimismo, destaca que sirve de cimiento para las publicaciones que en República Dominicana se realizan sobre vegetación, y de extranjeros que arriban al país a consultarlo.

Espacios especiales

Además de la variada vegetación, el Botánico cuenta con «espacios especiales». Uno de ellos es el Jardín Japonés, «con un estilo de jardinería exótica japonesa», y que a decir de García, representa el espacio de floricultura más encantador del jardín.

También, con un diseño arquitectónico «muy interesante», la Plaza Central es codiciada por muchos para la realización de eventos. Otros espacios «únicos» son Plantas Acuáticas y el Pabellón de las Orquídeas.

Áreas de trabajo

Aunque a primera vista parecería que el Jardín Botánico sólo es un espacio para admirar la diversidad de la naturaleza, la investigación en pro de la preservación de la flora dominicana; la conservación de las especies en peligro de extinción; la educación ambiental y la recreación, son los cuatros ejes de trabajo del bosque.

Como parte de la responsabilidad del Botánico en cuanto a la amenaza de las especies, García informó que con el apoyo del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología -a través del Fondo Nacional de Innovación y Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondocyt)-, se está armando una «lista roja», donde se desglosará cada especie vegetal amenazada de origen dominicano.

«Esta lista con toda la información de las especies va a ser una herramienta importante para la iniciativa de conservación y desarrollo de proyectos con plantas dominicanas a nivel nacional, pero sobre todo en las áreas protegidas, esto va ser una herramienta de trabajo importante para el Ministerio de Medio Ambiente», precisó.

Además, con el propósito de orientar y cambiar la conducta que las personas han mantenido frente al medio ambiente, el Jardín cuenta con un equipo de profesores de biología y química que imparten talleres en el Departamento de Educación Ambiental sobre la conservación del agua, los bosques, el manejo de los desechos sólidos y el respeto a la flora y fauna.

Club de caminantes

Para aquellos interesados en ejercitarse, el Botánico les está disponible de 5:00 am a 7:00 pm. Sólo tienen que registrase.

«A medida que el Jardín se ha proyectado seguro, bien manejado ambientalmente y con una naturaleza atractiva, se ha incrementado mucho la población que camina diariamente», manifiesta el director.

Al momento, hay suscritos alrededor de 4,800 personas en el Club de Caminantes, quienes están acreditados -para fines de seguridad-, y deben otorgar a la institución una contribución que varía de RD$300 a RD$1,500 al mes, dependiendo del número de familiares.

Una gran variedad de especies endémicas, nativas y exóticas crecen aquí, además de la presencia del guanito (símbolo del Jardín).

Vía: Diario Libre