Es condenable la forma en que el Ministerio de Medio Ambiente calla y luego quiere tapar y confundir aún más con la información que provee por sus redes sociales. Digamos que el camión famoso estaba en Monte Plata y no en Santiago Rodríguez. ¿También están equivocados los senadores que esta semana pidieron que se detengan las talas indiscriminadas en esta última provincia y los medios que los publicaron?
Los serranos de bien, indignados por la crítica situación provocada por la construcción de una presa impuesta, ahora temen, y con razón, por la verdadera fuente de agua de la provincia: sus bosques. Por eso circulan por sus propios canales información sobre decenas de camiones cargados de madera de pino, tanto caribaea como criollo. ¿También mienten los Serranos?
¿Miente también el senador de la provincia de Ocoa cuando pide al ministro que haga cumplir la ley en vez de otorgar permisos ilegales en el área protegida de Loma La Cruz y proteger el río Ocoa de la extracción ilegal de agregados?
¿Mienten también los comunitarios en las riberas del Yuna, en Bonao, que pedían al Ministerio que pare la extracción de agregados en el río porque perjudica sus viviendas y la institución responde otorgando permisos para extracción a varias granceras relacionadas?
Muy diferente se ve el vídeo del Ministerio a los que circulan en las redes sociales. Encima publican las coordenadas de GPS como si la gente tuviera que comprobar, y no el SENPA, la ubicación del desastre ambiental. Lo que está a la vista no necesita espejuelos.
Según una red social del Ministerio, en Monte Plata se cosechó en plantaciones forestales, pero no dice nada de las denuncias que hay de tumba y quema en el recién declarado Parque Nacional Loma de los Siete Picos.
El ministro debería hacer caso al juez José Ma. Arias, quien señaló muy bien, en junio del año pasado, todos los artículos de la Ley de Medio Ambiente que protegen al país de la desertización, o que renuncie como le han pedido periodistas y senadores.