La Sociedad para la Conservación de Ballenas y Delfines denunció que se autorizó la captura inmediata de ballenas jorobada en aguas groenlandesas, a pesar de que las reglas establecidas por la Comisión Ballenera Internacional establecen que la caza de especie en dicho territorio entra legalmente en efecto a mediados de Octubre.
El Ministro de Pesca de Groenlandia anunció recientemente que autorizó la captura inmediata de nueve ballenas jorobada, a pesar que la decisión viola las regulaciones establecidas por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) que especifican que la cuota otorgada en junio pasado entra legalmente en vigencia a mediados de Octubre del presente año.
Por este motivo, la organización internacional Sociedad para la Conservación de Ballenas y Delfines (WDCS por sus siglas en inglés) denunció que “cualquier ballena capturada antes del 13 de Octubre constituye una infracción a las reglas de la CBI”.
“Las razón por la cual Groenlandia ha solicitado a la CBI iniciar la matanza de ballenas jorobada antes de Octubre es que estos mamíferos marinos migran a la cálidas aguas del Caribe en invierno con el fin de reproducirse y los cazadores temen que perderán la oportunidad de capturar las ballenas si no inician ahora la temporada de caza”, explicó Sue Fisher, campañista de WDCS.
Dos embarcaciones de la localidad de Ilussat se adjudicaron autorización para cazar, entre el 13 de Agosto y el mes de diciembre de 2010, dos de las nueve ballenas jorobada asignadas por la CBI. Esta será la primera matanza de esta emblemática especie en aguas groenlandesas desde 1986.
La cuota para capturar anualmente nueve ballenas jorobada durante los próximos tres años fue aprobada el pasado mes de junio durante la asamblea anual de la CBI en Marruecos debido al apoyo de la Unión Europea. La propuesta ha sido duramente cuestionada, entre otros, por carecer de justificaciones que ameriten la captura de esta especie con fines de subsistencia aborigen. La decisión de la UE de apoyar la caza de ballenas jorobada, ignoró evidencias que demuestran que los cazadores aborígenes capturan ballenas para abastecer a empresas procesadoras y comercializar su carne a restaurantes y hoteles.
Australia, Mónaco y los países de América Latina reunidos en el Grupo Buenos Aires, rechazaron en Marruecos la propuesta y expresaron su preocupación sobre los efectos que estas matanzas podrían tener frente a las crecientes amenazas que enfrentan los cetáceos y los impactos sobre el turismo que se realiza con la misma población de ballenas en países como República Dominicana.