Por: Simón Guerrero
¿Qué relación existe entre las aves migratorias, el café y el chocolate? En medio de los hábitats alterados y exhaustos de la América tropical, las aves migratorias han encontrado un refugio en las plantaciones tradicionales de café de sombra y cacao orgánico.
Biólogos del Centro de Aves Migratorias del Smithsonian han descubierto que el café y el cacao orgánico son el refugio de más de 150 especies de migratorias, cantidad sólo superada por los bosques primarios. Aún en áreas muy perturbadas, las plantaciones de café y cacao orgánico acogen grandes poblaciones de ciguitas migratorias y especies nativas que viven en bosques. De todos los cultivos agrícolas en zonas tropicales, las plantaciones de café de sombra son las que albergan la mayor cantidad de individuos y especies migratorias.
Pero debido a cambios recientes en la producción y el mercadeo del café, las plantaciones de sombra se han convertido en hábitats en peligro de extinción, pues en los últimos 20 años el café se ha estado cultivando a pleno sol. Esta manera de cultivo incrementa los beneficios, pero no es sostenible por muchos años sin aplicar fertilizantes químicos y una amplia variedad de insecticidas, herbicidas y fungicidas, que arrastran las lluvias y envenenan los grandes cuerpos de agua. Además, deterioran el ambiente y las plantas deben ser renovadas con mucho más frecuencia que las variedades de sombra.
Aparte de los riesgos agronómicos, el café a pleno sol ha originado grandes cambios de hábitat para las aves migratorias. Del total de terrenos cafetaleros, la proporción dedicada a café de sol es de 17% en México, 49% en Costa Rica y 69% en Colombia. Los estudios realizados indican que la diversidad de aves migratorias decae bruscamente si el café de sombra es convertido en café de sol. Un estudio revela que, con el cambio, la población bajó de 10 a 4 de las especies más comunes de migratorias. Estudios realizados en México y Colombia sobre las aves en general, reportan que hay un 96% más de aves en el café de sombra que en el de sol. Esto no debe sorprendernos, ya que cerca del 66% de las aves se encuentran en los árboles que producen la sombra, y sólo un 10% en las plantas de café. Es evidente que el café de sol enriquece a corto plazo a los productores, pero no es un cultivo sostenible. A largo plazo tiene efectos devastadores para los suelos, el ambiente humano y las aves migratorias. Por el contrario, en el de sombra, los árboles protegen las plantas de café de la lluvia y del sol, mejoran los suelos, reducen la necesidad de eliminar malezas, ayudan a controlar las plagas y producen flores y frutas para las aves y los insectos. La materia orgánica de los árboles de sombra provee una capa protectora que reduce el uso de fertilizantes químicos, controla la erosión y aporta nutrientes para el suelo.
En las regiones que más usan las aves migratorias las plantaciones de café cubren 2.7 millones de hectáreas, casi la mitad de todos los cultivos existentes. El área de una plantación de café en el sur de México equivale a la mitad de las principales reservas de bosque húmedo.
Las aves son apenas un indicador del papel del café en la protección de la biodiversidad. Estudios recientes de los insectos, las orquídeas y los anfibios revelan que las plantaciones de café de sombra son refugios de estas especies de bosque, en áreas donde ya no queda ningún bosque. guerrero.simon@gmail.com
Via: Diario Libre