Las familias en Cambelén estaban inquietas ayer. Tres técnicos del Ministerio de Medio Ambiente estaban en la comunidad sancristobalense conociendo la denuncia que hizo una moradora contra una de las empresas mineras que extraen arena tipo itabo para la construcción a pocos metros del patio de su casa y de la carretera Sánchez Vieja.
En ambos lados de la carretera se divisa el material amarillento y los cortes de terreno excavados por los trabajos de minería durante décadas. Aunque es fuente de empleo para los habitantes, hay familias que ven esta actividad como una amenaza.
En Cambelén residen más de 27 familias. De las tierras mineras explotadas, hay que fueron vendidas por parientes de los moradores. Hace 13 años, en el barrio ya denunciaban su temor de que la actividad de extracción de manera indiscrimada terminara derrumbando casas. De hecho, reportan la caída de una pared en esta semana.
“Cambelén es una zona que hay que declararla en emergencia debido a los derrumbes y las minas de arena que no han dejado su excavación y ya han pasado lo que es el lindero de la carretera, y las excavaciones están detrás de las casas”, dijo Génesis Torres, en representación de la Junta de Vecinos.
Momentos antes de su declaración, los técnicos de Medio Ambiente le habían entregado al minero Félix Carvajal, de la empresa Materiales Rhina, un acta de inspección en la que le recomendaban paralizar la extracción “hasta tanto se determine la distancia permitida entre el punto de extracción y las viviendas afectadas” según la denuncia hecha por Marcia de los Santos.
Carvajal -quien dijo que tiene 20 años en la mina- recibió el acta con tranquilidad. Se defendía mientras los locales le increpaban por su rechazo a la extracción tan cerca de sus viviendas.
En el caso de Materiales Rhina, ayer se venció la autorización que le concedió por 30 días el Ministerio de Medio Ambiente para extraer 15,000 metros cúbicos de materiales no metálicos de la corteza terrestre dentro de la parcela 284. De los Santos asegura que ha llegado a una parcela suya: la 297.
“La comunidad a veces protesta, otras veces se está tranquila”, dijo Carvajal. “A veces protesta por el polvo que producen los camiones y uno trata de mitigar cada efecto”.
Tras marcharse los técnicos y la prensa, los moradores enviaron videos y fotos denunciando que las maquinarias continuaron excavando.
Niños, jóvenes y adultos de Cambelén caminaban en grupo para llevar al equipo de Diario Libre a la proximidad de un precipicio. Es lo que se ve desde el patio de varias viviendas. Lo que hoy es un vacío, antes era tierra firme.
“Cada vez que se escucha en las noticias o nosotros nos damos cuenta de que la tierra tembló, aunque sea un poquito, entramos en pánico, porque aquí solo tiene que llover para que las colisiones de arena se den por sí solas”, afirmó Torres.
“No sé si es con permiso o sin permiso, es que ya no se pueden más excavaciones por el límite que tienen de las carreteras y de las casas”, agregó.
Torres también expresó su miedo de que el viejo acueducto se derrumbe. “El límite que tiene el acueducto de la mina es menos de 200 pies”, calculó.
La minería a la que hoy se oponen en Cambelén ha sido fuente de empleo, pero también de luto.
“Mi esposo se mató en un derrumbe (por las excavaciones) y el único seguro que tiene es seguro que se murió”, dijo De los Santos. Él trabajaba en la mina.
La mujer también cuenta que, en 2017, falleció su hermano. “Lo tapó (la arena) que hasta lo trajeron sin cabeza”, recordó.
En 2011, murió Santiago Sánchez Hiciano, de 53 años, cuando alrededor de las 5:30 de la tarde se produjo el desplome de material provocándole la muerte por traumas contusos. Un año después, murió Santiago Columna, de 30 años, aplastado por una roca cuando trabajaba en la mina.
En 2013, la prensa informó del derrumbe de tres viviendas por la extracción. La Dirección Provincial de Medio Ambiente reportó a DL que hace mes y medio hubo otro derrumbe en la zona y se cerró una mina.
“Esto por aquí está to’ roto”, dijo una residente en Cambelén.
Cuando Diario Libre se marchó de la comunidad, dejó a los vecinos discutiendo con un hombre que comenzó a cuestionar por qué se oponían a la minería si es la fuente de trabajo en el lugar.