Aguacates y biodiversidad

El consumo mundial de aguacate aumentará un 10%. RD es el segundo exportador. Dicen que aporta un 1.6 % al PIB y compite con monstruos continentales como México y Chile. No solo en producción, sino en delitos ambientales y conflictos sociales asociados a su cultivo.

Tristemente famosos, los de la Sierra de Bahoruco, como en México y Chile, quitan agua a las poblaciones locales, reducen la diversidad agrícola y provocan destrucción de hábitats como el de la mariposa monarca.

En San José de Ocoa ya las plantaciones de aguacate están consumiendo ilegalmente el agua del acueducto local que ya de por sí no es suficiente para el crecimiento de la población y cerca de 40 aguacateros están detrás del secuestro del agua de Salto Grande, del Parque Caamaño. ¿Vale la pena?

Aún así, el Ministerio de Medioambiente anuncia con fanfarria la reforestación masiva (no ofrece números) en todo el sur con mangos y aguacates. Ambos cultivos, por su gran demanda de agua, son muy afectados por las sequías del cambio climático.

¿Cuáles son las políticas ambientales del gobierno? ¿Cuáles son los planes de contingencia?

Esta más de media isla no se puede dar el lujo de hacer lo mismo que países continentales. Lo que sí puede hacer es proteger sus biodiversas Áreas Protegidas que han sido valoradas en más de un 2.2% del PIB, en un escenario básico, y hasta 7.2% en uno superior, según un estudio de INTEC.

Es la mejor inversión para el desarrollo sostenible. Única opción duradera en este escenario de desastre climático.

Ángela Guerrero
Bióloga. Botánica. UASD.
Ojala.do