En 2016 fue publicado el Estudio de Disponibilidad y Demanda de Agua por Provincia, del ingeniero Gilberto Reynoso. Muy difundido. Sirvió para sensibilizar a las autoridades y crear opinión sobre el gran reto del manejo del agua.
Que la demanda se incrementaría más rápido que el suministro era tan claro como la situación precaria en casi todas las provincias, menos en seis, donde el balance era negativo. Necesitan más agua de la que disponen.
Las recomendaciones del estudio son bastante sensatas, pero generales. Sin embargo, en el documento del MEPyD del 2021 se convierte en el Pacto del Agua y la Mesa del Agua, en Gabinete, sin consultar con nadie. El agua es un recurso estratégico, indispensable para la vida y el desarrollo económico y debe ser objeto de una gestión participativa y transparente.
Al menos, vistas públicas deben hacerse antes de aprobar las nuevas leyes del agua, y no sacarse de la manga diez presas y dejar al verbo resolver el problema crónico de la falta de agua en 22 provincias, sin aclarar cómo van a mejorar las condiciones de las 17 cuencas productoras de agua, en peligro por la minería y la deforestación.
No nos oponemos al desarrollo, sino a la gestión no participativa de un recurso que compromete la vida de todo un país.
Ángela Guerrero
Ojala.do