¿Qué beneficios ambientales produce la agricultura orgánica? Sostenibilidad a largo plazo. Muchos de los cambios que se han observado en el medioambiente son de largo plazo y lentos. La agricultura orgánica toma en cuenta los efectos a mediano y largo plazo de las intervenciones agrícolas en el agroecosistema. Se propone producir alimentos a la vez que se establece un equilibrio ecológico para proteger la fertilidad del suelo o evitar problemas de plagas. La agricultura orgánica asume un planteamiento activo en vez de afrontar los problemas conforme se presenten. Debemos cuestionarnos
sobre el cambio de usos de suelos agrícolas naturales a cambio de la implementación de los invernaderos, esto debido a que la cultura nacional no se inclina hacia la producción en invernaderos, sin embargo debemos destacar las bondades de ese sistema de producción en suelos que naturalmente han sido productores naturales sin necesidad de cambiar de patrón, vale la pena el cambio, conociendo el sembradío de plásticos que se observan en la vieja Europa y los cambios que se han producido en suelo y aguas por el uso de los invernaderos.
Debemos enfocarnos en estos aspectos; suelos. En la agricultura orgánica son fundamentales las prácticas de enriquecimiento de los suelos, como la rotación de cultivos, los cultivos mixtos, las asociaciones simbióticas, los cultivos
de cubierta, los fertilizantes orgánicos y la labranza mínima, que benefician a la fauna y la flora del suelo, mejoran la formación de éste y su estructura, propiciando sistemas más estables. A su vez, se incrementa la circulación de los nutrientes y la energía, y mejora la capacidad de retención de nutrientes y agua del suelo, que compensa que se prescinda de fertilizantes minerales.
Estas técnicas de gestión también son importantes para combatir la erosión, se reduce el lapso de tiempo en que el suelo queda expuesto a ésta, se incrementa la biodiversidad del suelo y disminuyen las pérdidas de nutrientes, lo que ayuda a mantener y mejorar la productividad del suelo. La emisión de nutrientes de los cultivos suele compensarse con los recursos renovables de origen agrícola, aunque a
veces es necesario añadir a los suelos potasio, fosfato, calcio, magnesio y oligoelementos de procedencia externa. Agua. En muchas zonas agrícolas es un gran problema la contaminación de las corrientes de agua subterráneas con
fertilizantes y plaguicidas sintéticos. Como está prohibido utilizar estas sustancias en la agricultura orgánica, se sustituyen con fertilizantes orgánicos (por ejemplo: compostas, estiércol animal, abono verde) y mediante el empleo de una mayor biodiversidad (respecto a las especies cultivadas y a la vegetación permanente), que mejoran la estructura del suelo y la filtración del agua. Los sistemas orgánicos bien gestionados, con mejores capacidades para retener los nutrientes, reducen
mucho el peligro de contaminación del agua subterránea. En algunas zonas donde la contaminación es un gran problema, se alienta la adopción de la agricultura orgánica como medida de restablecimiento del medio ambiente (por ejemplo, por los gobiernos de Francia y Alemania). Debido a problemas de espacio continuaremos en el próximo.
Vía: El Nacional