El Banco Mundial (BM) advirtió ayer de las «graves consecuencias» que puede acarrear el calentamiento global en América Latina, cuya temperatura podría aumentar entre 2 y 4 grados centígrados a mediados de este siglo en comparación con la era preindustrial.
«Las consecuencias para el desarrollo de América Latina y el Caribe serán graves a medida que disminuyan los rendimientos agrícolas, los recursos hídricos cambien de lugar, aumente el nivel del mar y el sustento de millones de personas se vea amenazado», apunta el estudio «Bajemos la temperatura III: cómo hacer frente a la nueva realidad climática», publicado hoy por el Banco Mundial.
El calentamiento actual de la región, cifrado en 0,8 grados, podría aumentar severamente en las próximas décadas si no se actúa «inmediatamente», según las consideraciones del informe basado en una investigación previa del BM que calcula el incremento de la temperatura del planeta en cuatro grados para fin de siglo.
«El informe confirma lo que los científicos vienen diciendo, las emisiones pasadas nos pusieron en un camino de calentamiento que durará las próximas dos décadas, algo que afectará más que nada a las personas más pobres y vulnerables del mundo», dijo Jim Yong Kim, presidente del BM.
«Ya podemos observar temperaturas sin precedentes a un ritmo cada vez más frecuente, un mayor nivel de lluvias en ciertos lugares y regiones propensas a la sequía volviéndose más secas», agregó en referencia al informe, publicado con motivo de la XX Conferencia de las Partes (COP, en inglés) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) que se celebra estos días en Lima.
Kim advirtió que estos cambios dificultan la reducción de la pobreza y también amenazan el sustento de millones de personas, a la vez que afectan al impacto de las operaciones en zonas de desarrollo de instituciones como la que él preside.
En América Latina y el Caribe, las olas de calor extremo y los patrones de lluvia cambiantes tendrán un efecto negativo sobre la productividad agrícola, los regímenes hidrológicos y la biodiversidad, según apunta el texto.
En concreto, si no se hace nada para evitarlo, en Brasil los rendimientos de los cultivos podrían reducirse hasta en un 70 % para la soja y hasta en un 50 % para el trigo en caso de un calentamiento que alcance los 2 grados centígrados para el año 2050.
Asimismo, el Banco Mundial advierte de que el Caribe se verá «particularmente afectado» por la acidificación de los océanos, el aumento del nivel del mar, los ciclones tropicales y los cambios de temperatura que impactarán en las formas de vida costera, el turismo y la salud.
«Para el año 2050, y bajo un escenario de cuatro grados centígrados, las inundaciones costeras podrían generar a la región pérdidas de alrededor de 22.000 millones de dólares, entre daños de infraestructura y pérdidas de turismo», dice la institución.
Y es que aun con un calentamiento por debajo de los dos grados centígrados, la mayoría de los países latinoamericanos y del Caribe deberán llevar a cabo «proyectos significativos de adaptación» para alcanzar los objetivos de erradicar la pobreza extrema y fomentar la prosperidad compartida, agrega.
Vía: Diario Libre