Una singular situación se está desarrollando en España por estos días; más específicamente en la sierra del Tallat, en Lleida. La compañía Activa había construido un parque eólico con 33 molinos de viento que deberá echar abajo, ya que la plataforma Salvem El Tallat acusó a la empresa de “agresión paisajística” y ambiental que, según ellos, representa el parque.
Lo contradictorio es que la construcción había sido autorizada por el ayuntamiento de Vallbona de les Monges el año 2006. Sin embargo, un juzgado contencioso-administrativo, señaló que la compañía afectada debe “demoler las instalaciones” y “reponer los terrenos a su estado original”.
Las protestas comenzaron el año pasado entre habitantes e incluso ecologistas que no querían el parque en sus inmediaciones, alegando, algunos, que la sierra donde se encuentran los molinos es un importante paso para las aves migratorias, mientras que otros, aluden exclusivamente por un tema estético. Lo que pretenden los opositores es justificar que el parque vulnera el medio ambiente. (Revisa los argumentos en el link original al final de la nota).
¿Qué opinan de esta medida?, ¿Si ustedes fueran los jueces que tomaran la determinación, harían destruirlo?
Ojalá en Chile tuviéramos tantos parques eólicos o suficientes fuentes de energías renovables como para poder darnos el lujos de botar alguno de ellos en vez de tener que inundar hectáreas de nuestra tierra virgen para construir represas que finalmente alimentarán nuestro sistema interconectado central por una cantidad determinada de años y que después no será más que un montón de cemento y barro en uno de los lugares, que alguna vez fueran, más hermosos del mundo.
Vía: Veo Verde