El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales realizó este martes un taller de visibilidad del Corredor Biológico en el Caribe para lanzar la iniciativa de forma oficial y presentar el proyecto trinacional financiado por la Unión Europea y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El Corredor Biológico en el Caribe es un proyecto para la conservación de la biodiversidad y la rehabilitación del medio ambiente en el Caribe Insular, especialmente en Cuba, Haití y República Dominicana.
La adopción oficial del establecimiento de un Corredor Biológico en el Caribe se logró con la firma de la «Declaración de Santo Domingo», en el 2007, como un primer paso para la integración de una alianza de Conservación en el Caribe, donde se plasma el interés de las partes en el desarrollo del proyecto, de manera que involucre la protección de la biodiversidad entre los tres países.
El taller estuvo presidido por el Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, doctor Jaime David Fernández Mirabal, quien destacó los aportes que ha hecho el Estado Dominicano disponiendo fondos para crear las brigadas binacionales con el objetivo de reforestar la frontera y preservar la biodiversidad de la isla.
«Hemos iniciado acciones de conservación coordinadas entre Haití, Cuba y República Dominicana para dar respuestas a las necesidades de preservación de la rica biodiversidad que tenemos entre las dos islas, con fondos propios, hasta la llegada de los fondos de la Unión Europea con los ahora impulsaremos esas iniciativas que ya están encaminadas», expresó el Ministro.
Por la Unión Europea asistió la señora Irene Horejs, mientras que el PNUMA, estuvo representado por Mark Griffith. Ambas instituciones financian el proyecto de la oficina trinacional.
La presentación del Corredor Biológico en el Caribe estuvo a cargo del viceministro de Recursos Costeros y Marinos, licenciado Ángel Daneris Santana, quien describió los alcances del proyecto.
El concepto de un Corredor Biológico o Ecológico implica preservar las conexiones entre las áreas protegidas con una biodiversidad importante, con el fin de evitar la fragmentación de los hábitats naturales. Hoy en día, los Corredores de contención están siendo promovidos como manera preservar el desarrollo sostenible.
El desarrollo de un Corredor Biológico en el Caribe se ha dirigido a con¬tribuir la integración de las acciones de conservación entre los estados insulares, favoreciendo la preservación de la biodiversidad global, con el objetivo reducir la pérdida de la diversidad biológica de la Región del Caribe.
El caribe insular es uno de los puntos de concentración más importante en todo el mundo y posee diversos ecosistemas, que van desde los bosques montañosos nublados hasta los cactus para matorral. Esta área es uno de los ocho puntos de mayor concentración la diversidad biológica a nivel global, aunque se observa una notable disminución de mucha de su fauna. El alto nivel de endemismo de esta región, con 7,000 especies endémicas, sólo es superado por algunas áreas de América que poseen grandes extensiones de tierra.
Los rasgos característicos de los tres países seleccionados para esta acción, son la importancia de la biodiversidad del Caribe insular, en particular, el este de Cuba, Haití y la mitad occidental de la República Domingo, la amenaza que suponen para él, la similitud entre los ecosistemas, su conectividad y potencial para la cooperación regional, particularmente respecto a la transferencia de tecnología y herramientas de capacitación y metodologías para apoyar la sostenibilidad del medio ambiente.
Las áreas de conectividad terrestre, facilitan la delimitación del corredor y la gestión sostenible tanto de la biodiversidad como de los recursos naturales en ambas islas. Las áreas más aptas para el desarrollo de este proyecto son:
- El Oriente de Cuba: Macizos montañosos de la Sierra Maestra y Nipe-Sagua-Baracoa.
- Haití: Zonas del Macizo de la Selle, El Lago Azuei, Fore et Pins, La Visete y el Macizo Norte Central.
- República Dominicana: Reserva de Biosfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo, la Sierra de Neiba y la Cordillera Central.
Entre los beneficios de la creación del Corredor Biológico en el Caribe está proporcionar conectividad entre paisajes, ecosistemas, hábitat y culturas; preservar los medios de subsistencia en las zonas vulnerables; proporcionar oportunidades económicas alternativas y reducir la presión humana sobre los recursos naturales.
Además, contribuir al mantenimiento de la diversidad biológica y los procesos evolutivos ecológicos esenciales y servicios ambientales. Las amenazas al Corredor Biológico son la pobreza extrema, la alta tasa de deforestación, la extrema erosión del suelo y el alto nivel de vulnerabilidad a los fenómenos naturales.