SD. El jueves de la semana pasada apareció en Diario Libre una nota titulada «Traen experta para conservar lechuzas», en la que se anunciaba la llegada al país de Pamela Broughton del North Wales Bird Trush, invitada por el Parque Zoológico Nacional, quien pasaría una semana trabajando en la nueva etapa del proyecto de conservación de lechuzas del Parque Zoológico Nacional.
El que lee la nota y no sabe de qué se trata, se imagina que, ante la incapacidad de los técnicos nacionales, el Zoológico decidió traer un especialista extranjero para que enderezara los entuertos. Lo engañoso de la nota reside más en lo que calla que en lo que dice.
En efecto, Pamela es experta en lechuzas y trabaja para North Wales Bird Trush, una institución británica con sede en Inglaterra.
También es cierto que está trabajando en la «nueva etapa» del proyecto, pues las lechuzas de la primera etapa murieron todas, algo que Pamela pudo comprobar por sí misma al visitar el Zoológico.
Antes de venir había comprobado que el proyecto sí pertenecía al Zoodom y que había sido ampliamente documentado.
Lo que maliciosamente no dice la nota de prensa del Zoodom es que Pamela es la contraparte internacional del proyecto que comenzó en 1999 con la Sociedad para la Conservación y el Estudio de las Lechuzas (SCRO) que presidía Rolf Krahe, quien está retirado y transfirió a la North Wales Bird Trush la responsabilidad del Proyecto de Conservación de Lechuzas de la República Dominicana.
Como contraparte internacional del proyecto, Pamela Broughton se puso en contacto con las personas vinculadas al mismo tan pronto se enteró de la tragedia de las lechuzas y exigió al Zoodom que la invitara a visitar el país para comprobar sobre el terreno la magnitud del problema.
La especialista inglesa ha propuesto resucitar el proyecto a partir de los ejemplares de lechuza Cara Ceniza (Tyto glaucops) que quedan en el Zoodom, luego de comprobar que ninguno de los ejemplares de esta especie pertenecientes al proyecto sobrevivió.
Contrariamente a lo que se ha querido insinuar en torno a la visita de la técnica inglesa, en el sentido de que el país no cuenta con la capacidad técnica para criar exitosamente esta especie en cautiverio, Pamela Broughton se mostró sorprendida al observar una foto del proyecto con siete polluelos de Cara Ceniza de diferentes edades.
«Esta extraordinaria foto es una prueba del éxito de este proyecto», fueron sus palabras. Nos contó que un criador de lechuzas le comentó que sus ejemplares de Cara Ceniza hacía dos años que no se reproducían y que lo mismo les estaba pasando a todos los criadores europeos que él conocía.
Es oportuno señalar que sólo existen ejemplares en cautiverio de esta especie en Europa. La población de nuestro zoológico era la única población cautiva que existía en el Continente Americano.
He comunicado a Pamela mi disposición de colaborar con ella suministrándole toda la información que necesite y que le deseaba el mayor de los éxitos, pero abrigo muy pocas esperanzas de que pueda recuperarse un proyecto de esta naturaleza en las condiciones actuales.
Por: Simón Guerrero
Diario Libre