La selva tropical de la Amazonía en Brasil enfrenta una grave sequía que podría afectar a unas 500,000 personas para finales del año, informaron el martes las autoridades.
Muchas personas ya están teniendo problemas para acceder a productos básicos como alimentos y agua, debido a que los principales medios de transporte en la región son las vías fluviales, y los niveles de los ríos se encuentran en niveles históricamente bajos. Las sequías también tienen repercusiones en la pesca, un medio de subsistencia para muchas comunidades ribereñas.
El estado de Amazonas declaró una emergencia ambiental hace dos semanas en respuesta a la prolongada sequía y lanzó un plan de respuesta valuado en 20 millones de dólares. Las autoridades también distribuirán alimentos y agua, así como artículos de higiene personal, dijo la agencia de protección civil estatal en un comunicado.
El gobernador Wilson Lima se encontraba en la capital del país, Brasilia, el martes para reunirse con representantes del gobierno federal. Lima habló con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva para discutir la sequía.
Los distintos niveles del gobierno «coordinarán medidas para apoyar a la gente que vive en los municipios afectados», publicó Lima en X, antes Twitter, el domingo.
Quince municipios se encontraban en estado de emergencia el martes, mientras que otros 40 estaban en estado de alerta, señaló la agencia de protección civil.