Un estudio llevado a cabo por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha evaluado los niveles de ruido procedentes del tráfico rodado en 749 ciudades europeas y su impacto en la salud. Los resultados, publicados en Environment International, muestran que cerca de 60 millones de personas adultas están sometidas a niveles de ruido generado por vehículos perjudiciales para la salud. Cumplir con las recomendaciones de la OMS en materia de ruido permitiría evitar cada año más de 3.600 muertes por cardiopatía isquémica.
El tráfico rodado es la fuente principal de ruido ambiental. Estudios anteriores han relacionado el ruido ambiental con una serie de efectos perjudiciales para la salud: alteraciones del sueño, molestias, enfermedades cardiovasculares y metabólicas, efectos adversos al nacer, deterioro cognitivo, así como salud mental y bienestar pobres. La exposición prolongada al ruido del tráfico rodado puede provocar una reacción de estrés sostenido, que da lugar a la liberación de hormonas del estrés, al aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial y a la vasoconstricción, lo que puede acabar dando lugar a enfermedades crónicas, como las cardiovasculares o a trastornos de depresión y ansiedad.
Para elaborar este estudio se obtuvieron datos de ciudades europeas procedentes del conjunto de datos Urban Audit 2018. La exposición al ruido del tráfico rodado se estimó utilizando los mapas de ruido elaborados por los países y las ciudades en virtud de la legislación europea vigente (la Directiva sobre el ruido ambiental) o disponibles en fuentes locales, como los ayuntamientos y las instituciones de investigación.
En aquellos casos en que las ciudades de un país carecían de datos, se desarrolló y aplicó un modelo predictivo para estimar la exposición al ruido del tráfico rodado. Los datos sobre mortalidad por distintas causas relativas al año 2015 se extrajeron de la base de datos Eurostat.
Los resultados muestran que más de un 48% de los 123 millones de personas adultas (20 años o más) incluidas en el estudio soportan niveles de ruido superiores a lo recomendado por la OMS. Cabe recordar que la OMS recomienda que el nivel de ruido medio registrado a lo largo de 24 h no sobrepase los 53 decibelios (o lo que es lo mismo, 53 db Lden). En lo que se refiere a las capitales de país, el porcentaje de población expuesta a niveles superiores a lo recomendado oscila entre el 29,8 % de Berlín y el 86,5 % de Viena, pasando por el 43,8 % de Madrid o el 60,5 % de Roma.
Muertes evitables y molestias
Según estudios previos que establecieron asociaciones entre ruido y mortalidad por cardiopatía isquémica, el equipo de investigación estimó que cumplir con las recomendaciones de la OMS permitiría evitar más de 3.600 muertes cada año.
Asimismo, se estimó que más de 11 millones de personas adultas estarían sufriendo un elevado nivel de molestias como consecuencia del ruido del tráfico. Se entiende por molestias el resultado de la perturbación repetida de las actividades cotidianas, como comunicarse, leer, trabajar o dormir. Este tipo de molestias van más allá de meros inconvenientes, ya que pueden potenciar el estrés y, eventualmente, degenerar en problemas de salud diversos.
“Nuestros resultados ofrecen por primera vez una imagen de conjunto de las ciudades europeas y permiten entender con mayor claridad por qué el ruido generado por los medios de transporte es la segunda causa ambiental de efectos adversos para la salud en Europa occidental, tras las partículas contaminantes del aire”, explica Sasha Khomenko, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.
“Aun así, tenemos el convencimiento de que el verdadero impacto del ruido del tráfico sobre la salud es todavía mucho mayor, ya que la falta de datos a nivel de ciudad limita los efectos sobre la salud que podemos evaluar y, en consecuencia, lleva a una infraestimación del impacto. Además, los datos disponibles solo nos han permitido analizar la población expuesta a más de 55 dB Lden, cuando lo recomendado por la OMS son 53 dB Lden y tenemos la sospecha de que podrían producirse efectos adversos incluso con la exposición a niveles inferiores de ruido”, añade.
El equipo ha encontrado dificultades metodológicas debido a la heterogeneidad de los datos disponibles y de la calidad de los mismos. Cada uno de los mapas de ruido utilizados se sometió a una evaluación cualitativa, resultando que la mayoría de ellos se encuadraron en las categorías de baja o media calidad y menos del 17 % fueron considerados de buena calidad.
“La directiva europea sobre ruido ambiental estableció la obligatoriedad de realizar mapas estratégicos, pero no fijó una metodología o unas directrices, por lo que los resultados han sido dispares. Desde enero de 2019 contamos con una metodología común para los estados miembros de la Unión Europea, por lo que cabe esperar que en los próximos años se pueda hacer evaluaciones del impacto del ruido del tráfico en la salud mucho más completas y precisas”, aclara Mark Nieuwenhuijsen, jefe del programa de Contaminación atmosférica y entorno construido de ISGlobal y autor sénior del estudio.
Este trabajo se enmarca dentro del proyecto Carga de mortalidad en Europa, que hasta la fecha ha producido sendos rankings de mortalidad atribuible a contaminación atmosférica y a espacios verdes, respectivamente, en ciudades europeas. Sin embargo, debido a la disparidad de metodologías y de fuentes de procedencia de los datos de ruido del tráfico, se consideró que los resultados obtenidos para las distintas ciudades analizadas no son comparables entre sí. En esta ocasión no se elaboró un ranking, aunque sí se han volcado todos los datos en la web del proyecto, donde es posible consultar los valores de las 749 ciudades analizadas.