Un felino muy especial
Entre las 36 especies de esta familia de carnívoros, el jaguar es el tercer felino más grande. También es el más imponente de América, el único continente donde vive. Anteriormente se podía encontrar especímenes yaguar, jaguar o yaguareté (Panthera onca), desde el suroeste de los EEUU hasta el centro de Argentina.
Su territorio actual se extiende desde Centroamérica hasta el norte de Argentina en América del Sur. Su hábitat preferido es la selva húmeda de la Amazonía y la región del Pantanal, donde permanece en las zonas más boscosas, cerca de lagos, ríos y humedales, evitando dejarse ver en áreas abiertas.
Gracias al enorme poder de su mandíbula es capaz de romper el cráneo de un caimán o un yacaré y partir conchas de tortugas, por lo que tiene una dieta variada compuesta por más de 80 especies como tapires, aves, venados y monos. Ágil en tierra y gran trepador de árboles, también es un excelente nadador que se mueve por el agua con sigilo y discreción.
El jaguar es lo que se denomina una ‘especie paraguas’, puesto que, al ocupar una gran extensión de territorio, cuando se lo protege a él se acaba por salvar a otra cantidad innumerable de especies diferentes, tanto de fauna como de flora.
Al ser carnívoro y no tener depredadores naturales, el jaguar juega un papel importante en la regulación de las poblaciones de sus presas, puesto que al cazarlas mantiene el equilibrio de la cadena alimentaria, permitiendo el desarrollo de plantas jóvenes y otros animales y asegurando la preservación del hábitat. Su desaparición afectaría a todo su ecosistema.
Su peor enemigo: el hombre
Su población está disminuyendo peligrosamente a causa de la constante destrucción de su hábitat, la fragmentación de sus áreas de distribución y los incendios provocados por los humanos, principalmente en beneficio del desarrollo de las actividades agropecuarias.
Y aunque su caza está completamente prohibida, como el jaguar que ve acotados sus territorios no duda en atacar al ganado de los ranchos del Pantanal, esto provoca que los dueños los persigan y los maten. A ello se suma la caza ilegal para traficar con crías de esta especie, además de que sus colmillos se usan como amuletos y su piel es muy apreciada en peletería.
En peligro
Aunque el jaguar está clasificado globalmente como especie Casi Amenazada según la Lista Roja de la UICN, en el plano regional las cosas son muy diferentes, ya que hay muchos lugares en donde se los considera Vulnerables o En peligro de extinción y hasta hay sitios en los que se ha extinguido, como en los EEUU. O sea que el peligro que se cierne sobre ellos es muy real.
Esta categorización de su estado como Casi Amenazado se basa principalmente en el que ostenta la población que habita en la Amazonia, que es la mayor de todas y la que se encuentra en mejor situación, lo que no implica que esté a salvo, ni mucho menos, ya que las poblaciones de jaguares de América son más de 30 y todas están amenazadas, algunas más que otras.
Durante el siglo pasado, el jaguar perdió casi el 40% de su hábitat, por lo que resulta imperioso actuar con rapidez para salvar a esta especie. Además de ser objetivo del tráfico de vida silvestre, la creciente destrucción de su hábitat y el estado crítico de los corredores migratorios son posiblemente, las mayores amenazas para este increíble felino.