Los últimos siete años van camino de convertirse en los más cálidos desde que hay registros y el aumento del nivel del mar es cada vez mayor, mientras el hielo desaparece y los océanos se calientan y se acidifican, según un informe publicado por la agencia meteorológica de la ONU coincidiendo con la Conferencia sobre Cambio Climático, COP26.
El Informe sobre el Estado del Clima Mundial concluye que el planeta ha entrado en “territorio desconocido, con repercusiones de gran alcance para las generaciones actuales y futuras”.
“El planeta está cambiando delante de nuestros ojos. Ecosistemas y comunidades de todo el mundo están siendo devastadas. La COP26 debe ser un punto de inflexión para las personas y el planeta», dijo el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres.
Los últimos siete años van camino de ser los siete más cálidos registrados. El fenómeno «La Niña», que enfría el clima, a principios de año significa hará que 2021 no rompa récords y se sitúe entre el quinto y el séptimo lugar entre los años más cálidos, según los datos de los nueve primeros meses del año. “Pero esto no anula ni invierte la tendencia a largo plazo de aumento de las temperaturas”, dice el informe.
Además, el aumento del nivel del mar se ha acelerado desde 2013 hasta alcanzar un nuevo máximo en 2021, unido al continuo calentamiento y acidificación de los océanos.
La publicación de la Organización Meteorológica Mundial es uno de los principales informes científicos que servirán de base para las negociaciones en Glasgow. Se suma a otros recientes que dejan claro que, al ritmo actual de emisiones de efecto invernadero, las temperaturas aumentarán mucho más de los objetivos del Acuerdo de París de 1,5 a 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. «La COP26 es una oportunidad decisiva para volver a encarrilarnos», dijo Peteri Taaas, el secretario General de la Organización.
“Los científicos tienen claros los hechos. Ahora los líderes deben ser igual de claros en sus acciones. La puerta está abierta; las soluciones están ahí», insistió Guterres.
Gases de efecto invernadero
En 2020, las concentraciones de gases de efecto invernadero alcanzaron nuevos máximos. Los niveles de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso fueron, respectivamente, un 149%, 262% y 123% de los niveles preindustriales (1750). El aumento ha continuado en 2021.
Temperaturas
La temperatura media mundial de 2021 (basada en los datos de enero a septiembre) fue aproximadamente 1,09°C superior a la media de 1850-1900. Con los datos disponibles, es probable que 2021 se sitúe entre el quinto y séptimo año más cálido registrado y que de 2015 a 2021 sean los siete años más cálidos de la historia.
Océano
La parte del océano por encima de los 2000 metros de profundidad continuó calentándose en 2019 alcanzando un récord. Un análisis preliminar sugiere que 2020 superó esa marca. Todos los datos coinciden en que el calentamiento del océano ha aumentado en las últimas dos décadas y se espera que continúe en el futuro.
Nivel del mar
Entre 1993 y 2002, el nivel del mar aumentó, de media, 2,1 milímetros al año. Entre, 2013 y 2021, ha aumentado 4,4 milímetros al año, es decir, más del doble. Esto se debe, principalmente, al derretimiento de los glaciares y las capas de hielo.
Hielo marino
El hielo marino del Ártico alcanzó en marzo su nivel máximo del año, pero se situó por debajo de la media de 1981-2010. En los siguientes meses, disminuyó rápidamente y alcanzó el nivel más bajo de la historia en la primera mitad de julio.
La extensión del hielo marino de la Antártida se acercó a la media de 1981-2010, con un máximo temprano a finales de agosto.
Glaciares y otras capas de hielo
La pérdida de masa de los glaciares de América del Norte se aceleró en las dos últimas décadas, prácticamente duplicándose en el período 2015-2019 en comparación con el período 2000-2004.
Por primera vez en la historia, el 14 de agosto, en lugar de nevar, llovió durante varias horas en Summit Station, el punto más alto de la capa de hielo de Groenlandia (3216 m).
Clima extremo
Una ola de calor en Canadá hizo que las temperaturas alcanzaran casi 50 °C en un pueblo de la Columbia Británica. El Valle de la Muerte, en California, alcanzó los 54,4 °C durante una de las múltiples olas de calor en el suroeste de Estado Unidos, mientras que muchas partes del Mediterráneo experimentaron temperaturas récord.
El calor excepcional estuvo a menudo acompañado de incendios devastadores.
En China cayó la cantidad de agua que suele llover en meses en cuestión de horas y en algunas partes de Europa se produjeron graves inundaciones que causaron decenas de víctimas y miles de millones de pérdidas económicas. Un segundo año consecutivo de sequía en la América del Sur subtropical redujo el caudal de poderosas cuencas fluviales y afectó a la agricultura, el transporte y la producción de energía.
América Latina
En el norte de Sudamérica, las abundantes lluvias, especialmente en la cuenca norte del Amazonas, provocaron inundaciones. El río Negro en Manaos (Brasil) alcanzó el nivel más alto registrado.
Sin embargo, la sequía afectó a gran parte de la América del Sur subtropical por segundo año consecutivo. Las precipitaciones fueron muy inferiores a la media en gran parte del sur de Brasil, Paraguay, Uruguay y el norte de Argentina. La sequía provocó importantes pérdidas agrícolas, agravadas por una ola de frío a finales de julio, que dañó muchas de las regiones cafeteras de Brasil. El bajo nivel de los ríos también redujo la producción de hidroelectricidad e interrumpió el transporte fluvial.
Más hambre y migraciones
El fenómeno “La Niña” alteró las temporadas de lluvias, lo que perturbó las campañas agrícolas en todo el mundo.
Las sequías consecutivas en amplias zonas de África, Asia y América Latina han coincidido con fuertes tormentas, ciclones y huracanes, afectando significativamente a la agricultura, la ganadería y a la capacidad de recuperación tras los desastres.
La producción de trigo y canola prevista en Canadá en 2021 es entre un 30% y un 40% inferior a la de 2020. Lla sequía se apoderó de partes de la isla de Madagascar en el océano Índico, provocando una crisis de malnutrición.
Además, señala el informe, los fenómenos y las condiciones meteorológicas extremas, a menudo exacerbadas por el cambio climático, han tenido importantes repercusiones en los desplazamientos de la población y en la vulnerabilidad de las personas desplazadas. Desde Afganistán hasta América Central, las sequías, las inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos están afectando a los menos preparados para recuperarse y adaptarse.