En la Ley Sectorial Forestal se definen las plantaciones forestales, como área cubierta de especies forestales plantadas que han superado la etapa de establecimiento y pueden convertirse en bosques plantados, bosques mixtos, o simplemente en hileras, bloques o cualquier dimensión superficial con árboles plantados. Tienen un marco de plantación que va a depender del objetivo específico para el cual fueron establecidas que puede ser con fines comerciales o de conservación/restauración, por ejemplo: plantación productiva, fuente energética, protección de zonas agrícolas, proteger los recursos del suelo y el agua, corrección de problemas de erosión, plantaciones silvopastoriles, entre otras. Para cumplir con estos objetivos se debe conocer la densidad de siembra. Pero para que todo esto sea posible es indispensable realizar un estudio previo y cuidadoso de las condiciones del sitio (edáficas: Tipo de suelo, drenaje, profundidad efectiva; clima: temperatura, precipitación, vientos; altitud, entre otros) en las que se desarrollará la plantación, además de la planeación y distribución del área, a fin de propiciar un adecuado desarrollo.
Las plantaciones forestales también proporcionan productos forestales adicionales no madereros, ya sea a partir de los árboles plantados o a partir de la regeneración natural que estos contribuyen a crear. Éstas contribuyen con beneficios de índole ambiental, social, y económica. También se utilizan para combatir la desertificación, absorber las emisiones de carbono o para contrarrestarlas, rehabilitar la tierra agotada debido a otros usos de la tierra como agricultura y la ganadería, proporcionan empleo rural y, si se planifica de manera eficaz, diversifican el paisaje rural y mantienen la biodiversidad. Es un recurso renovable y pueden ser sostenible desde el punto de vista económico, social, cultural y ambiental, siempre que haya una planificación, manejo, utilización y comercialización adecuados.
Según la Ley 57-18, Sectorial Forestal del país se contempla que, ¨El Estado estimulará y facilitará el desarrollo de plantaciones forestales comerciales, sistemas agroforestales y plantaciones con fines de protección, con especies endémicas, nativas y exóticas; a fin de contribuir con la producción de bienes forestales y otros servicios alimentarios y de protección al medio ambiente, que coadyuven con el desarrollo económico, social y ambiental de la nación, con la participación del sector privado y las comunidades rurales.
Cultivos perennes
De acuerdo con la Normatividad para la Generación de Estadística Básica Agropecuaria y Pesquera que publica el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, un cultivo perenne es aquel cuyo ciclo vegetativo es mayor a un año. Teniendo varios ciclos de producción (cosechas) a lo largo de su vida. Los cultivos perennes también conocido como cultivos de ciclos muy largos, ya que su periodo de vida vegetativo se puede extender incluso hasta más allá de 25 años continuos como: el aguacate, el mango, aguacate, cítricos, etc, de los que regularmente una vez realizada la siembra, pueden obtenerse varias cosechas. Estas pueden ser cíclicas además de continuas, dependiendo del tipo de plantación.
Los cultivos perenes pueden ser tanto herbáceas, arbustivas y también de tamaño arbóreo, como en el caso de algunos frutales. En su mayoría exigen un conjunto de prácticas culturales intensivas como son: labranza, riego, abono, poda, cosecha, fumigación, además está orientada a la producción de cultivos agrícolas con fines principalmente alimenticios y/o industriales, también, se orienta a la producción sostenida de especies cultivadas domésticas, es decir aquellas que durante largos procesos de selección y manejo reproductivo asistido han sido genéticamente seleccionadas para satisfacer o favorecer un carácter fenotípico o genotípico de interés humano y/o incrementar la productividad.
En una plantación como en un cultivo el ser humano escoge el material reproductor, lo hace germinar, lo coloca en el suelo, lo abona, lo riega, controla sus plagas y enfermedades, lo poda y lo lleva al punto en que lo aprovecha. El concepto de plantación forestal tradicional tiende a ser aplicado a especies únicas, densidades de siembra uniformes, y aún a clases de edad. Las plantaciones forestales se diferencian de los cultivos agrícolas en varios aspectos, como por ejemplo: especies forestales maderables no son especies domésticas, sino silvestres, es decir que aún en plantaciones, mantienen la capacidad genética de estar sometidos a procesos de especiación, hibridación, mutación, no tienen una estacionalidad marcada, como muchos cultivos agrícolas, sino que dependen de la calidad del sitio y las características fisiológicas propias de las especies para adaptarse a las condiciones particulares de un ambiente determinado, por otro lado, no requieren labores de labranza intensiva, ni dependen del abono o fertilización del suelo.