Los grandes desastres que se registran en distintas partes del mundo, de origen natural o por accidentes debidos al comportamiento humano, están mucho más interconectados de lo que aparece superficialmente y tienen todos relación con el cambio climático, según un informe hecho público este miércoles por la Universidad de la ONU (UNU-EHS).
Desastres
El estudio se centra en diez fenómenos altamente destructivos con la vida humana y el medio ambiente registrados entre 2020 y 2021, desde unas inundaciones en Vietnam a una ola de frío inusual en Texas, pasando por la trágica explosión del puerto de Beirut.
Un ejemplo de cómo los desastres se interrelacionan y parten de los cambios extremos del clima en todo el orbe se ejemplifica en el rápido deshielo en el Ártico, que en 2020 ocasionó el desplazamiento inusual de corrientes de aire frío que llegaron hasta Texas, un estado donde jamás se habían registrado temperaturas bajo cero, pero ese año costaron la vida a 220 personas y cortes masivos de electricidad.
En otro ejemplo, la pandemia del coronavirus dejó a cientos de miles de personas sin ingresos en el subcontinente indio, lo que causó el retorno a sus lugares de origen de enormes contingentes de personas hacia Bangladés, donde ocuparon infraviviendas que no resistieron la llegada de la época de los ciclones, produciéndose entonces una gran mortandad debida al virus y a las inundaciones.
La explosión del puerto de Beirut (más de 200 muertos en agosto de 2020) se atribuyó en un primer momento a una deficiente gestión del almacenamiento de materiales peligrosos, pero el estudio subraya que fue la presencia de un barco cargado de nitrato de amonio, abandonado en ese puerto desde 2013, la que agravó la explosión.
De hecho, esa explosión puso de relieve la enorme cantidad de barcos que navegan en el mundo con banderas de conveniencia transportando materiales peligrosos y que se valen de legislaciones laxas en materia de seguridad ambiental.
Cuestiones ambientales
En resumen -destaca el informe- la mayoría de catástrofes naturales y grandes accidentes se deben a tres factores interrelacionados: “las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el ser humano, la insuficiente gestión del riesgo de desastres y el hecho de subestimar los costos y beneficios medioambientales en la toma de decisiones”.
Por último, el informe destaca la influencia del comportamiento humano en las cuestiones ambientales: así, la alta demanda mundial de carne está multiplicando exponencialmente la necesidad de soja como alimento animal, y esto lleva a la destrucción de grandes masas de selva para el cultivo de soja.