Las fuertes lluvias que han provocado inundaciones catastróficas en varios países de Europa occidental son sólo el último indicador de que todos los países deben hacer más para contener los desastres inducidos por el cambio climático, subrayó este viernes la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
agencia de la ONU informó de que Bélgica, Alemania, Luxemburgo y los Países Bajos recibieron precipitaciones equivalentes a dos meses de lluvia en dos días -el 14 y 15 de julio-, en un terreno que “ya estaba casi saturado”.
Los datos preliminares apuntan a más de un centenar de muertes confirmadas en Alemania y Bélgica y aún hay decenas de personas desaparecidas.
Las fotografías de algunas de las peores oleadas de agua y deslizamientos de tierra muestran agujeros enormes donde había edificios todavía a mediados de la semana.
La portavoz de la OMM dijo en una conferencia de prensa en Ginebra que las imágenes muestran casas arrasadas. “Es realmente devastador”, acotó.
Europa está preparada, pero…
Clare Nullis agregó que el siniestro sobrepasó la capacidad de las medidas de prevención implementadas por los países desarrollados afectados.
“En general, Europa está preparada, pero cuando se producen eventos extremos, como los que hemos visto (dos meses de lluvia en dos días), es muy, muy difícil afrontarlos”, sostuvo Nullis, señalando que hay zonas de “total devastación” en Renania-Palatinado, un estado del suroeste de Alemania que hace frontera con Francia, Bélgica y Luxemburgo.
Entre las medidas de preparación de los países afectados la portavoz destacó una aplicación del servicio meteorológico de Suiza que emite regularmente alertas cuando se registran niveles peligrosamente altos de agua.
En este momento, la advertencia de inundación más alta se encuentra en lugares turísticos y zonas de acampar populares, como los lagos Biel, Thun y Vierwaldstattersee. También hay alertas para el lago Brienz, el Rin cerca de Basilea y el lago Zurich.
La ONU, lista para ayudar
El Secretario General de las Naciones Unidas, por su parte, manifestó tristeza por la pérdida de vidas y la destrucción, y expresó su solidaridad a las familias de las víctimas ya los gobiernos y pueblos de los países afectados».
António Guterres también afirmó que la ONU está lista para contribuir a los esfuerzos de rescate y asistencia en curso, si fuera necesario.
Calor en Escandinavia
En contraste con las condiciones húmedas, algunas zonas de Escandinavia continúan alcanzando temperaturas abrasadoras, mientras que las columnas de humo de Siberia afectan la calidad del aire en la línea de la fecha internacional en Alaska. El calor sin precedentes en el oeste de América del Norte también ha provocado incendios forestales catastróficos en las últimas semanas.
Nullis citó el caso de la ciudad de Kouvola Anjala, en el sur de Finlandia, que ha vivido 27 días consecutivos con temperaturas superiores a los 25°C. “Se trata de Finlandia, no de España, no es el norte de África”, enfatizó.
Añadió que es impactante ver las imágenes de esta semana en Alemania, Bélgica y los Países Bajos, “pero en escenarios de cambio climático, veremos más eventos extremos, en particular calor extremo”, puntualizó la portavoz de la OMM.
Récord de temperatura del mar
Además, el organismo de la ONU considera preocupante el aumento de la temperatura del mar en las latitudes del norte altas. El golfo de Finlandia en el mar Báltico marcó un nivel récord de 26,6°C el 14 de julio, lo que lo convierte en el agua más cálida documentada desde que comenzaron los registros hace unos veinte años.
Un verano atípico efecto del cambio climático
Estas olas de calor sin precedentes, estas inundaciones y otros eventos extremos que está viviendo el hemisferio norte muestran un patrón meteorológico muy poco habitual, según la agencia de la ONU, que recuerda que se ha documentado que el cambio climático, causado por las emisiones de gases de efecto invernadero, está conectado con estos fenómenos.
Por ejemplo, la ola de calor que batió récords en algunas zonas de Estados Unidos y Canadá a finales de junio habría sido prácticamente imposible sin la influencia del cambio climático. Según los datos de que dispone la OMM, el cambio climático hizo que esa ola de calor fuera al menos 150 veces más probable que en circunstancias normales, si la acción del hombre no hubiera alterado la atmósfera.
La OMM hizo eco del llamado del Secretario General António Guterres a todos los países para esforzarse más en evitar una calamidad climática relacionada con el aumento de las emisiones de carbono y las temperaturas.
Su portavoz instó a la acción de cara a la conferencia climática COP26 que se celebrará en Glasgow, Escocia, en noviembre próximo.
“Necesitamos intensificar la acción climática, necesitamos intensificar el nivel de ambición; no estamos haciendo lo suficiente para mantenernos dentro de los objetivos del Acuerdo de París. Precisamos mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los dos grados centígrados, o incluso de 1,5°C por arriba de los niveles preindustriales para fines de este siglo”, concluyó Nullis.