Adaptar el lenguaje y el enfoque de los temas científicos a la forma en que las nuevas generaciones consumen la información es una de las recomendaciones que hace el ambientalista dominicano Ariel Contreras para que los jóvenes se interesen más en la ciencia y se sumen a la lucha por la conservación de los recursos naturales.
Contreras explica que los científicos hacen un trabajo al que le ponen mucho corazón, mucho tiempo o muchos recursos, cuya resultante es una investigación, un paper.
“Lamentablemente, no todo el mundo va a sentarse a dedicarle la atención que se merece. No lo van a entender, con la jerga científica en que está escrito. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Simplemente dejamos esa brecha entre la comunicación científica, que es la base y el pilar de todo esto, y nos olvidamos de esa gente que no tiene acceso a eso, que no lo entiende?”
No, responde el joven fotógrafo y productor de audiovisuales.
“La respuesta, a mi entender, sería adaptarnos nosotros a los requerimientos que tienen esas personas: que si no se puede poner a leer un paper, bueno, puede por lo menos ver un video, un artículo, algo que le tome cinco, tres minutos; que resuma, que se interese y que, sobre todo, le mueva sentimientos y le mueva el interés hacia ese tema”.
El fundador de Cúa Conservation Agency hizo estas observaciones al participar en el Encuentro Verde de Listín Diario junto al ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera; Inka Mattila, representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); el biólogo y científico del Grupo Jaragua Sixto J. Incháustegui; Luis Carvajal, coordinador de la Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD); y Rosa Bonetti de Santana, presidenta de la fundación Propagás.
También participaron el presidente y el director de Listín Diario, Manuel Corripio y Miguel Franjul, respectivamente; y la bióloga Yvonne Arias, coordinadora de este espacio mensual sobre temas ecológicos del Listín. Este encuentro especial se realizó para celebrar los 10 años del proyecto Vida Verde.
PREPARACIÓN Y COMUNICACIÓN
El interés de Contreras por la conservación ambiental le ha motivado a tomar acciones a favor de la buena gestión de las áreas protegidas dominicanas.
Hace poco concluyó en Inglaterra una maestría en Conservación de Vida Silvestre Aplicada.
A partir de la experiencia en cuentas que maneja, asegura que el interés por los temas científicos ha aumentado cuando “el enfoque de estos temas se adapta a quien queremos sumar a nuestra causa, que debe ser la población en general” y el sector privado.
Para hacer llegar la información científica a la población, plantea tomar en cuenta la preparación y algo que vio en diferentes pasantías en Inglaterra.
“Vi que cada organización tiene un comunicador científico. Ese comunicador científico tiene la capacidad de entender el trabajo que está haciendo la organización y a la vez de comunicar eso de manera efectiva a quienes no tienen la preparación científica. Eso hace falta muchísimo en el país”.
De igual forma, añade Contreras, falta que los jóvenes, a propósito del auge de iniciativas relacionadas con el manejo de redes sociales y la creación de audiovisuales, “decidan interesarse lo suficiente por brindar apoyo a organizaciones sin fines de lucro y eso no lo vamos a tener a menos que haya un amor por nuestros recursos”.
Debe existir, además, un esfuerzo por parte del Gobierno y de las instituciones de sacar el material científico a la luz pública.
“Que no solo se quede en una cámara de eco donde los mismos científicos estén sazonando los mismos temas, porque al final de cuentas el trabajo se hace para preservar algo. Si no trabajamos juntos para preservar eso, no vamos a llegar a ningún lado”.
UN EMBLEMA PAÍS
Contreras señala que hay que hacer de la conservación y del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Sinap) un emblema a nivel país.
“Lo digo porque tenemos un sistema nacional de áreas protegidas que regionalmente hablando, por lo menos, es envidiable. Pero no se ha puesto como prioridad a nivel país”.
Agrega que se aplauden los esfuerzos de recuperación a nivel de Estado y el gran aporte que, como dice Sixto J. Incháustegui, proporciona el Sinap en cuanto a servicios ecosistémicos.
Contando con esta información y siendo tan obvio que hay que tomar acción, entiende que tiene sentido hacerle frente a quienes les hacen daño al Sinap.
“No puede ser que un parque como Sierra de Bahoruco, que ofrece tanto no solo para nuestro lado de la isla sino también para nuestros hermanos haitianos, por un grupo de agricultores se ponga en riesgo”.
O que en el Parque Nacional Jaragua, en Oviedo, un grupo que todo el mundo conoce esté traficando la canelilla y quemando palma de cacheo y “que no pase nada”.
“¿Por qué? Porque hay complicidad. Porque hay falta de información y porque le hace falta al Ministerio de Medio Ambiente apoyo”, afirma.
Contreras resalta también la necesidad de que el Ministerio de Medio Ambiente y el Ministerio de Turismo trabajen de manera conjunta.
“Para mí es una ironía total que compartan un edificio y que estén tan divorciados, a nivel de que el Ministerio de Turismo el otro día subió una foto de dos vehículos 4 x 4 en una playa, luego de que el Ministerio de Medio Ambiente tiene tanto tiempo hablando de la importancia de nuestros ecosistemas y de que esto no es debe hacer”.
El interés gubernamental de promover el ecoturismo en el Sinap le da esperanzas, comenta.
Durante la pandemia, uno de los problemas que presentaron países como Estados Unidos y España a la hora de reabrir un poco era que sus parques nacionales estaban llenos de gente para poder manejarlos.
Aquí ha sido lo contrario, expresa. “Los parques están abandonados, cuando pueden ser fácilmente ser una gran fuente de ingresos. Pero la gente no lo valora, no lo conoce y eso es algo que hay que cambiar a través de la educación y a través de estrategias a nivel nacional”.
EDUCAR
Inicio. Para interesar a los jóvenes en las ciencias, Contreras sugiere comenzar con un tema que siempre sale a relucir y que, considera, “se cae de la mata”: educación.