En el mundo hay aproximadamente 50.000 millones de aves, unas 6 veces más que humanos, según un estudio publicado este lunes en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (PNAS por sus siglas en inglés).
El análisis, elaborado por la Universidad de Nueva Gales del Sur en Sídney (Australia), estima que existen unas 9.700 especies de aves diferentes, incluyendo aves no voladoras como los pingüinos y los emús.
Además, los investigadores encontraron que muchas aves australianas se cuentan por millones, como el loro arcoíris (19 millones), la cacatúa de cresta de azufre (10 millones) y el dacelo (3,4 millones).
Sin embargo, otras especies nativas, como el Buttonquail de pecho negro, solo cuentan con unos 100 miembros.
Un estudio pionero
El autor principal del estudio, Will Cornwell, profesor asociado de la Universidad de Nueva Gales del Sur, aseguró que este estudio “es el primer esfuerzo integral para contar un conjunto de otra especie que no sea la humana”.
“Los seres humanos hemos dedicado mucho esfuerzo a contar a los miembros de nuestra propia especie, los 7.800 millones de personas, pero esta es la primera vez que lo hacemos para otra especie”, dijo Cornwell en declaraciones recogidas por la revista PNAS.
El equipo de investigación recolectó sus cifras reuniendo los datos de casi 1.000 millones de avistamientos de aves registrados en eBird, una base de datos en línea de observaciones de aves de unas 600.000 personas.
Usando estos datos y estudios de casos detallados, desarrollaron un algoritmo para estimar la población mundial real de cada especie de ave.
El factor de la “detectabilidad”
Este cálculo tuvo en cuenta la “detectabilidad” de cada especie, es decir, la probabilidad de que una persona haya detectado esta ave y enviado el avistamiento a eBird.
La “detectabilidad” puede incluir factores como su tamaño, color, si vuelan en bandadas y si viven cerca de las ciudades.
Otro de los autores, Corey Callaghan, de la misma universidad, explicó que el mecanismo que utilizaron para contar aves puede ser extrapolado a otras especies en el futuro.
“Si bien este estudio se centra en las aves, nuestro enfoque de integración de datos a gran escala podría actuar como un modelo para calcular datos específicos de especies para otros grupos de animales”, argumentó Callaghan.
Según los expertos, el conjunto de datos del estudio incluye registros de casi todas las especies de aves actualmente vivas, un 92 %.