Las aguas del río Ozama, víctima desde hace años del vertido de toneladas de basura generada en la ciudad de Santo Domingo, parecen arrastrar menos plásticos de lo habitual este sábado, se ve más limpio, y la llegada del Interceptor 004 a su cauce tiene mucho que ver con ello.
Se trata de un innovador dispositivo para recolectar los residuos sólidos que corrompen el cauce del Ozama y que también saneará las aguas del río Isabela de la capital dominicana.
Este sábado se estrenó a la altura del populoso sector de La Ciénaga, a poca distancia de la desembocadura en el Mar Caribe.
Cómo funciona el interceptor
Su funcionamiento es sencillo. La plataforma del catamarán navega a contracorriente a baja velocidad, lo que facilita que los plásticos que flotan en la superficie lleguen a su interior.
Una barrera impide la diseminación de los despojos y los conduce a una cinta mecánica, como las de las cajas de los supermercados pero de enormes dimensiones, que los desplaza hasta diferentes contenedores que transporta el Interceptor 04.
De ahí su nombre, Interceptor, puesto que literalmente intercepta la basura, labor que realiza sin necesidad de tripulación.
Una computadora a bordo registra el uso de energía, el rendimiento y el estado de los contenedores, al tiempo que avisa cuando estos están llegando al límite de su capacidad, momento en el que una barcaza se lleva la carga para su reciclado.
La embarcación ha sido donada por la organización holandesa The Ocean Cleanup, dedicada a la recolección de plásticos en ríos y mares.
Solo hay dos dispositivos más funcionando en el mundo, aunque el del Ozama es el cuarto que se fabrica (por eso es el 004) y el primero que llega a Latinoamérica, de modo que Santo Domingo tiene el privilegio de contar con tecnología de vanguardia en la gestión de residuos.
El Interceptor funciona con energía solar y puede extraer 120.000 libras de plásticos al día, algo más de 54.000 kilos, de modo que liberará al río de unas 2.300 toneladas de basura al año, evitando, además, que esos residuos lleguen al mar.
Alianza para rescatar el Ozama
Su llegada es el resultado del acuerdo firmado en octubre del año pasado en Roterdam, Países Bajos, entre el Ministerio de la Presidencia, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y The Ocean Cleanup.
La alianza, pionera para la región de Latinoamérica y el Caribe, cuenta con el apoyo de la embajada del Reino de los Países Bajos y diversas instituciones del sector público agrupadas en la Comisión Presidencial para el Rescate de los Ríos Ozama e Isabela, esfuerzos a los que también se han sumado diversas entidades del sector privado.
Con la puesta en operación del Interceptor 004 se cumple un desafío prioritario para la República Dominicana que repercutirá en el resto del Caribe, puesto que proteger los océanos y la vida submarina es fundamental para el desarrollo y el crecimiento de la economía del país y de la región.
Diversas personalidades apuntaron a la importancia de avanzar en este camino durante el acto virtual de inauguración del Interceptor 004, entre ellos la representante residente del PNUD en el país, Inka Mattila, el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, o la embajadora del Reino de los Países Bajos, Annemieke A. Verrijp.
A unos pocos metros del Interceptor 004, en tierra, los habitantes de la ribera permanecen ajenos a lo que supone la entrada en funcionamiento de este elemento para sanear el que es uno de los ríos más contaminados del Caribe.
Algunos niños de La Ciénaga miran con curiosidad ese nuevo barco que ha llegado al Ozama, sin ser conscientes de la importancia de la labor que ellos mismos desempeñan para eliminar la basura que, por desgracia, sigue muy presente en las márgenes del río, depositada junto a las barcas de pesca, y presa de las plantas acuáticas denominadas lilas, otro de los problemas a erradicar del río.
María Montecelos
EFEverde