Un informe del Grupo Banco Mundial asegura que, “contrario a la creencia popular”, los datos indican que “es insignificante” la cantidad de carbón vegetal procedente de la República Dominicana consumida en Puerto Príncipe, Haití.
El reporte precisa que, a través de cinco estaciones de conteo diferentes que controlan los insumos de carbón de la República Dominicana a Haití, la cantidad total de carbón observada es equivalente al 2.28 % de la consumida en Puerto Príncipe.
La cifra está contenida en el informe Carbón vegetal en Haití: una evaluación nacional de la producción de carbón vegetal y las tendencias de consumo, publicado en noviembre de 2018, que analiza la producción y evolución de los hábitos de consumo de ese rubro.
El informe se basa en más de medio siglo de estudios y la recopilación de datos durante dos años, comenzando en 2016, y tres períodos de muestreo de caminos para contar el paso de los camiones en 2017: agosto, octubre y diciembre, que totalizaron 384 horas de observación y 10,404 vehículos registrados que transportaban carbón.
El Banco Mundial explica que el carbón producido por los haitianos no solo sigue satisfaciendo sus necesidades de combustible de madera, sino que también lo producen en volúmenes más altos, no solo en nuevos sitios, sino también proveniente de las mismas áreas. “Esto sugiere que, al menos, parte del carbón producido en Haití está hecho de recursos de biomasa renovables”, dice.
El estudio refiere al carbón vegetal en Haití como un gran negocio. Lo ubica como la segunda cadena de valor más grande relacionada con la agricultura en el país. Destaca que, con un tamaño de mercado total en Puerto Príncipe de alrededor de US$182 millones y un valor de mercado nacional de alrededor de US$392 millones al año, es uno de los productos más importantes de esa nación.
Estima que aporta aproximadamente el 5 % del producto interno bruto de ese país y tiene un impacto significativo en términos de empleos en las áreas rurales.
“Las cantidades en las cinco estaciones del censo que controlan el carbón vegetal que ingresa a Haití desde República Dominicana son mínimas. Tres de las cinco estaciones (Belladère, al este de Mirebalais; Anse à Pitre, en el sureste, y Marigot, cerca de Jacmel) registraron cero carbón proveniente de la República Dominicana”, indica el reporte.
Identifica a Malpasse, al este de Puerto Príncipe, como el principal punto de la frontera para la importación de carbón vegetal. Describe que una vez a la semana, muchos botes pequeños atracan en la costa noreste del lago Azuei, ubicado casi en su totalidad en territorio haitiano, pero adyacente a la frontera de la República Dominicana en el lado noreste.
“Estos barcos atracan y descargan carbón en el lado suroeste del lago. Este carbón se carga en camiones que lo transportan a Puerto Príncipe. Sin embargo, la cantidad de carbón que Malpasse ingresó a Haití en la Carretera Nacional No. 8 durante los dos períodos de muestreo fue de 215.82 toneladas métricas (equivalente al 1.28 por ciento del total de carbón transportado a Puerto Príncipe durante este mismo período)”, dice el reporte.
¿Y qué pasa con el contrabando de carbón?
Según reportes hechos por la prensa y denuncias de entidades, el contrabando de carbón, que se obtiene de la quema de árboles, es un negocio lucrativo en el que participan haitianos y dominicanos.
En el informe del Banco Mundial se indica que algunos “podrían sentirse tentados” a concluir que el aumento gradual en la producción de carbón al este de Puerto Príncipe en los últimos 40 años es de hecho carbón que llega clandestinamente desde la República Dominicana.
Se precisa que el equipo de investigación examinó varias imágenes de satélite e identificó solo otro sitio potencial para el paso de cantidades de carbón cerca de las de Malpasse en el lado noreste (dominicano) del lago Azuéi.
Observa que, aunque es posible o incluso probable, que una cierta cantidad de carbón ingrese a Haití desde un segundo muelle visto en el lado dominicano del lago, solo un pequeño porcentaje de carbón (1.28 % de la cantidad que entra a Puerto Príncipe) pasa por Malpasse.
“Sería muy atrevido suponer que el 16.48 por ciento restante del 17.76 por ciento del carbón estimado del extremo este de la capital entró por este segundo sitio”, dice el informe. Agrega que esa hipótesis también contradeciría fuentes que indican que Malpasse era el principal sitio de cruce transfronterizo de carbón.
En 2001, Haití fue el destino de más del 50 % de las exportaciones oficiales de carbón vegetal de la República Dominicana, estima el reporte. Se observa que para el 2011, las exportaciones se habían reducido a 17 %.
“El abandono de las exportaciones oficiales de carbón a Haití, simultáneamente con el aumento en el valor del mercado del carbón en la República Dominicana, indica que se han descubierto nuevos mercados para el carbón de mayor valor en otros lugares”, se analiza en el informe.
Se reflexiona en que, si el carbón vegetal ya había perdido interés en 2012, se podría contrabandear por la frontera, como algunos han sugerido. Si bien no hubo nuevos mercados para el carbón vegetal producido en la República Dominicana, por lo que Haití es el único mercado viable, todavía hay productos de contrabando mucho más rentables que el carbón que se introduce en Haití desde la República Dominicana. Cita, por ejemplo, el cemento.
“Los nuevos mercados en el extranjero más rentables para el carbón producido en la República Dominicana, la baja rentabilidad del contrabando de carbón en Haití en comparación con la demanda de otros productos de contrabando, los costos y los retrasos asociados, el transporte y la importación de carbón, así como otros riesgos a lo largo de la frontera, pueden contribuir a la reducción de los flujos de carbón actualmente insignificantes de la República Dominicana a Haití, como se ha observado desde 2005 (…) y en esta investigación”, indica el Banco Mundial.
Datos del consumo de carbón en Haití
Yolanda León, directiva del Grupo Jaragua, una entidad ecológica que monitorea el contrabando de carbón, entiende que lo aportado por el informe sobre la cantidad proveniente de la República Dominicana “es algo relativo”. “Lo que dicen es que es mínimo en cuanto al volumen total que demanda Haití, pero seguro eso sigue siendo cientos o incluso miles de toneladas al año”, comenta.
Aproximadamente 438,000 toneladas métricas de carbón vegetal se consumen anualmente en Puerto Príncipe y aproximadamente 946,500 toneladas métricas a nivel nacional, se calcula en el informe.
“La influencia desproporcionada del sector del carbón en la economía haitiana se confirma por su tamaño en comparación con la de otros productos agrícolas. Es la segunda cadena de valor agrícola más grande del país, precedida solo por el mango, y eclipsa a la mayoría de los otros pilares tradicionales de la economía rural haitiana, como los ñames, los plátanos, los frijoles y los aguacates, café, caña de azúcar y maíz”, detalla el estudio.
León destaca que en la Reserva de la Biosfera se ha observado menos producción de carbón después de 2016-2017, cuando el exministro de Medio Ambiente, Francisco Domínguez Brito, suspendió los permisos de exportación en barco para parrilladas hacia otros destinos diferentes de Haití. “Pero seguimos atentos pues esto podría cambiar”, dice.
Recuerda que en Haití hay zonas grandes de donde producen carbón de un árbol introducido, comúnmente conocido en la República Dominicana como cambrón (Prosopis juliflora). “Lo cortan, dejando parte del tronco, y rebrota”, dice. “En algunos países de África también se está promoviendo hacer carbón de este árbol, pues podrían ser fincas ‘renovables’ ”.
El costo promedio de una gran bolsa de carbón vegetal entre julio y agosto de 2018 fue de aproximadamente 800 gourdes haitianos (US$12.42), indica el informe.
“El enorme y posiblemente creciente tamaño del sector del carbón vegetal contrasta notablemente con décadas de predicciones apocalípticas de la inminencia del día en que un fabricante de carbón cortó el último árbol de Haití. Este sector dinámico continuó desafiando estas previsiones, combinando de manera fascinante la expansión de su alcance geográfico con un cambio hacia técnicas de producción más sostenibles basadas en fuentes de biomasa renovables”, asegura el estudio.