Los premios Nobel Edmund Phelps (Economía 2006), Barry Barish (Física 2017) y Michael Levitt (Química 2013) han apelado este lunes a la necesidad de reducir la cantidad de CO2 que hay en la atmósfera para frenar el cambio climático.
Los tres Nobel participan en Valencia como jurados en los Premios Rey Jaime I, que este año celebran su trigésimo primera edición y que mañana harán público el fallo de los premiados en sus seis categorías.
Cambio climático
Michael Levitt, Nobel de Química 2013, ha manifestado que si la población mundial se redujera en un 90 % “muchos de esos problemas se resolverían enseguida. No creo que sea una buena solución, pero también la naturaleza tiende a resolver las cosas como tenga que hacerlo”.
A su juicio, “el mundo no está acabado, aunque el futuro es incierto. Estoy convencido de que hay un calentamiento global y requiere de hacer algo ya”, ha agregado.
Barry Barish, premio Nobel de Física 2017, ha replicado que no se podía mostrar “tan optimista”. “Creo que debemos darnos cuenta de que técnica y científicamente el problema de reducir la cantidad de CO2 que se emite a la atmósfera es más fácil que eliminarlo. No sabemos como deshacernos de él”, ha precisado.
“Lo estamos emitiendo y no vamos a ser capaces de eliminarlo fácilmente”, ha dicho Barish, quien ha añadido que para resolver el problema lo antes posible “debemos reducir de manera eficaz la cantidad de CO2 que lanzamos a la atmósfera y, por desgracia, eso está controlado por la economía y no por la voluntad de las personas”.
A su juicio, la solución “presenta la dificultad de que hay que pagar un precio económico para reducir la cantidad de emisiones con energías alternativas”.
“Hay CO2 en la atmósfera y las tecnologías que conozco se están centrando en emitirlo y recolectarlo, pero una vez que está en la atmósfera no sé si hay tecnología que realmente permita deshacernos de él. En el punto de generación sí, pero no una vez que está en la atmósfera y esto es un experimento de una sola vez”, ha subrayado Barish.
Para este Nobel, “los políticos y las administraciones no lo están haciendo, así que las personas jóvenes y mayores tienen que actuar. Hay una señal de aviso”, ha advertido.
Por su parte, el Nobel de Economía 2006, Edmund Phelps ha manifestado que hay un “trabajo considerable” para eliminar el CO2 de la atmósfera porque “es esencial no solo dejar de emitir sino también eliminar una buena cantidad que ya se encuentra en la atmósfera”.
“Hay métodos económicamente viables e incluso rentables de eliminar el CO2 de la atmósfera, pero esto es un poco lento”, ha dicho Phelps, quien ha agregado que el problema es “deshacernos del CO2 que se ha emitido ya y seguir haciéndolo a medida que se siga emitiendo. Ya veremos cómo progresa eso”.
Michael Levitt se ha preguntado cuál sería el punto de inflexión para el calentamiento global y ha indicado que “en algún momento vamos a tener que dejar de hacer las cosas como las hemos hecho siempre”.
“Con un incremento tan importante de la población en el mundo, tenemos un problema: si en los próximos 60 o 70 años hay un aumento de la población enorme y reducimos el CO2 hay un futuro para la humanidad, pero no sabemos cuantas muertes conllevará”, ha sentenciado.
Barish ha considerado que no hay que “esperar a ningún punto de inflexión, hay que saber que nos encontramos ante un problema muy importante”, y se ha referido a General Motors para afirmar que debería “hacer lo que pueda para el cambio a los vehículos eléctricos. Es un problemas económico y no técnico”.